Los 27.875 homicidios que ocurrieron en Venezuela en 2015 ratifican que el año que acaba de terminar ha sido el de mayor violencia criminal en nuestra historia. Este nuevo récord de asesinatos, reflejado en el último informe del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), significa que en 2015 asesinaron, en promedio, a 76 personas por día en el país, es decir, un ciudadano cada 19 minutos. Esta es la verdadera guerra que se libra en el territorio nacional.
La tasa de asesinatos de Venezuela quedó situada en 90 por cada 100.000 habitantes, la más alta del mundo, compitiendo solo con la de El Salvador (Honduras, anterior líder de este ranking, ha visto disminuir su índice de homicidios en los últimos dos años). De esto se puede deducir que la tasa de homicidios del país es hoy nueve veces superior a lo que la Organización Mundial de la Salud considera una epidemia de violencia. Estamos hablando de un índice de asesinatos 15 veces más alto que el promedio del orbe (6.2/ 100.000hab).
Caracas, con 5.265 muertes violentas ocurridas en 2015 (datos registrados por diversos periodistas que cubren la fuente de sucesos), se ratifica como la capital más violenta del mundo. En promedio, 14 ciudadanos por día perdieron la vida de forma violenta el año pasado en Caracas. Los policías fueron nuevamente víctimas frecuentes, ya que 147 fueron asesinados en 2015, solo en la gran Caracas. También cayeron abatidas 153 mujeres y más de 270 menores de edad. El grueso de esta violencia criminal se suscitó en el municipio Libertador.
Varios fenómenos criminales también tuvieron auge en 2015. Por ejemplo, las megabandas criminales se hicieron sentir con la utilización frecuente de granadas y fusiles de alto poder. Varias estaciones policiales fueron atacadas por estos grupos de delincuencia organizada. Por otra parte, los linchamientos, esos actos bárbaros y primitivos, proliferaron en el territorio nacional, siendo esto un síntoma preocupante de que cada día la población cree menos en las instituciones de justicia. Los secuestros, robos y otros delitos graves también se acrecentaron.
El caos del sistema carcelario continuó avanzando en 2015, destacando este año la gran cantidad de fugas de presos de las estaciones policiales, convertidas en verdaderas cárceles paralelas por la irresponsabilidad del Ministerio Penitenciario al no otorgar los cupos correspondientes en los penales.
A pesar de las OLP, el “Patrullaje Inteligente” y otros operativos improvisados del Gobierno nacional, el hampa rompió un nuevo récord en 2015. La gestión de Nicolás Maduro en materia de seguridad ciudadana ha significado un verdadero desastre. El país necesita con urgencia el diseño y ejecución de políticas de Estado para disminuir la criminalidad.
Twitter: @luisizquiel