Uno de los tres policías puertorriqueños que murieron el pasado lunes a causa de los disparos efectuados por un compañero en medio de una discusión fue enterrado hoy en Sabana Grande, su localidad natal.
EFE
La teniente Luz Soto, el comandante Frank Román y la agente Rosario Hernández murieron el pasado 28 de diciembre como consecuencia de los disparos realizados por Candelario Rivera, un compañero adscrito al Centro de Mando de Ponce, en circunstancias que aún se investigan.
Rodríguez fue enterrado hoy en su localidad natal en un acto al que asistió el superintendente interino de la Policía, Juan Rodríguez Dávila.
Sobre el hecho, la información facilitada ha sido escasa y lo único que ha trascendido es que se desató una disputa por motivos laborales y que Rivera abrió fuego contra sus compañeros.
Rivera, que había sido ingresado en un centro hospitalario por las lesiones sufridas durante el incidente, fue dado de alta hoy para la presentación de los cargos correspondientes.
El acusado fue transportado hasta el Tribunal de Bayamón, donde se le presentarán tres cargos por asesinato en primer grado, tres cargos de restricción a la libertad agravada y varios más por infracción a la ley de armas.