La comunidad del Núcleo Anzoátegui de la Universidad de Oriente (UDO) es muy amplia y con distintos intereses. Sin embargo, un punto en el que coinciden profesores, estudiantes, obreros, personal administrativo y representantes de las distintas tendencias políticas es que la inseguridad en el recinto es uno de los principales problemas a resolver.
En 2015, según los archivos de El Tiempo, ocurrieron al menos 22 robos masivos dentro del campus, sin contar los atracos a mano armada que suceden a diario y no se denuncian, pero que mantienen en vilo a toda la población universitaria.
Cifras aportadas por el movimiento estudiantil UDO 7, reflejan que entre enero y noviembre el hampa se llevó 270 aires acondicionados y 125 computadoras.
El 17 de julio, después de ser víctimas de los atracos durante dos días consecutivos y haber realizado protestas para exigir resguardo, los bachilleres se reunieron con el gobernador del estado, Aristóbulo Istúriz y los directores de varios organismos de seguridad. Dentro del acuerdo se aprobó el ingreso de la Policía Comunal y 20 efectivos más que reforzarán los 10 existentes.
A pesar de las múltiples protestas, planes y cambios en el sistema de seguridad, nada parece haber dado buenos resultados.