La economía venezolana presentó los peores indicadores económicos de la historia al cierre del año 2015. La inflación llegó a niveles nunca antes vistos y la escasez está próxima a convertirse en un problema humanitario. Asimismo, la actividad económica cayó por la baja productividad y el descenso del consumo. Con estos antecedentes 2016 promete ser aún peor ante la decisión del gobierno de no tomar medidas para superar la crisis, publica El Nacional.
BLANCA VERA AZAF/El Nacional
Mayores precios, menores salarios. 2015 transcurrió sin cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, lo que no impidió que se dieran a conocer las estadísticas de manera extraoficial. El índice nacional de precios al consumidor registró un incremento de 17,8% en el mes de noviembre. De esta manera, entre enero y noviembre la inflación llegó a 219,4%; mientras que la anualizada se ubicó en 236,3%, cifra que rompió todos los pronósticos que las firmas nacionales e internacionales habían calculado para el cierre del año.
El consumo se ha visto afectado por la caída del poder adquisitivo que produce la inflación, según el economista Asdrúbal Oliveros, quien añade que los cálculos sugieren un descenso de 7% en esta variable para el cierre del año.
Las cosas parecieran no mejorar en 2016 y de allí que JP Morgan proyecta una caída de 4% en el consumo. Barclays Capital prevé que el descenso será un poco más pronunciado y se ubicará en -4,3%.
Es esta disminución en el consumo lo que determinará que la inflación no registre este año números tan altos como los de 2015. “Al haber menos que comprar y tener menos poder de compra las ventas caen, lo que realmente es muy grave”, indica Oliveros.
Esa es la razón por la que Bank of America pronostica que para 2016 el índice de precios se ubicará en 68%. No obstante, JP Morgan continúa viendo una fuerte escalada inflacionaria y prevé un alza de precios promedio cercana a 175%. Barclays Capital, por su parte, calcula que la inflación llegará a 128,7%.
Ecoanalítica se muestra preocupada con respecto a la paralización en la toma de decisiones por parte de las autoridades del gabinete económico y presume que no se llevarán a cabo reformas. De ser así, visualiza un escenario mucho más radical en cuanto a políticas públicas en el que los precios podrían llegar a registrar alzas de hasta 296,5% en promedio.
Más recesión. La recesión de la economía venezolana se profundizará aún más en 2016. Como preámbulo en 2015 la economía cerró –según cifras de Ecoanalítica– con una caída de 9 puntos en el producto interno bruto, que es la cantidad de bienes y servicios que produce un país en 12 meses.
En términos generales, las firmas internacionales también visualizan un fuerte descenso en la actividad económica en 2016. Tal caída de la economía puede promediar 4,2%, según Barclays Capital. No obstante, Bank of America asegura que el decrecimiento sería menor y lo ubica en 2,9%. JP Morgan, por su parte, opina que la recesión puede rondar 2%.
Escasez para rato. Para Luis Vicente León, director de Datanálisis, el año terminará con un promedio de 63% de escasez de bienes esenciales alimenticios en la ciudad de Caracas. “Pero el dato puntual ha sido volátil. Ha habido épocas peores y algunas reducciones artificiales. Esa escasez no es comparable a la tradicional del BCV porque es solo de alimentos cuyos precios están regulados y obviamente allí el problema es mayor, dado que es precisamente el control una de las causas principales del desabastecimiento. No obstante, la falta de divisas ha sido dramática y también explica el problema”.
Asegura que este año se espera un aumento significativo de la escasez porque “hay una caída dramática de las importaciones, muchas menos divisas y problemas graves de desinversión que llevarán al cierre de varias líneas de producción; así como el agotamiento de inventarios típico del fin de año con dificultades graves de reposición en enero”.
El año del default
Para Barclays Capital la caída de los precios del petróleo está llevando a la brecha de financiamiento de Venezuela a niveles que serán difíciles de cubrir. “Ante la ausencia de una rápida recuperación de los precios del petróleo en los próximos meses, será insuficiente que se lleven a cabo mayores recortes en las importaciones o se le dé uso a los activos disponibles para evitar un default”.
Tomando en cuenta que se espera un precio promedio del crudo de 40,7 dólares el barril para el próximo año, Barclays prevé que el valor de la cesta venezolana puede llegar a estar en 30 dólares el barril en 2016, lo que significa un descenso de 9,3 millardos menos el próximo año con respecto a 2015. “Pensamos que el gobierno puede cortar importaciones en aproximadamente 7 millardos de dólares, pero esto aún dejaría una brecha de financiamiento por cubrir de 27 millardos de dólares para 2016”.
En nuestro escenario base, pensamos que el gobierno puede recibir 6,7 millardos de dólares en financiamiento. Por lo tanto, necesitaría utilizar 20 millardos de dólares de sus activos propios para poder cumplir con sus compromisos de pago. “Esto llevaría a los activos de la nación a un nivel que estaría por debajo del mínimo requerido para operar”.