Faltaba poco para culminar la faena cuando vieron que dos embarcaciones se acercaban velozmente. Por experiencia sabían que se trataba de piratas del Lago.
En cada bote venían ocho hombres. Es lo que le dijeron los pescadores que sobrevivieron al ataque a la Policía científica. A la primera que interceptaron sometieron a los pescadores y se llevaron el motor. Quienes estaban a bordo de la otra al ver la situación decidieron huir.
Los piratas dispararon y Gilmer Soto, de 31 años, recibió un disparo en la cabeza. Murió de forma instantánea; mientras que a su compañero Carlos Romero lo hirieron en el pie derecho.
Los delincuentes lanzaron al agua a los heridos, los despojaron de la embarcación y todos los peces de la jornada de trabajo. Huyeron.
Los sobrevivientes cargaron con el cadáver de Gilmer y el herido hasta el muelle de Punta Camacho, en costas de Santa Rita. Allí se presentó una comisión de la Policía científica.