El papa Francisco se considera tan pecador como los condenados a penas de prisión, en un primer libro de entrevistas de marcado tono personal que se publicará el martes.
El papa es un hombre que necesita la misericordia de Dios, insiste Jorge Bergoglio en “El nombre de Dios es misericordia”, que publicarán el martes 21 editoriales en 86 países.
En esta larga reflexión sobre el perdón otorgado por Dios al ser humano, tema central del Jubileo de la Misericordia lanzado el 8 de diciembre, el pontífice argentino afirma que “la Iglesia condena el pecado porque debe decir la verdad. Dice: ‘Esto es un pecado’. Pero al mismo tiempo abraza al pecador que se reconoce como tal”.
El papa espera que el Jubileo permita redescubrir la iglesia como una estructura ágil de intervención rápida en la que se practica una medicina de urgencia.
En las respuestas a las preguntas del vaticanista italiano Andrea Tornielli, el papa incide una vez más en su relación especial con los presos, a los que ha visitado varias veces en las cárceles.
Dice sentirse unido a ellos porque es consciente de que él también es un pecador. Cuenta Jorge Bergoglio que cada vez que entra en una cárcel se pregunta por qué ellos y no él.
En este sentido afirma que la vergüenza es un don. Cuando se siente de verdad la misericordia de Dios uno se avergüenza, al caer en la cuenta de que pese a nuestra historia de miseria y pecado, Él nos sigue siendo fiel, enuncia el sumo pontífice.
Una idea en la que hace hincapié: la vergüenza permite que la persona reconozca que lo que hace es un error, con lo que le evita caer en la tentación del corrupto que se cansa de pedir perdón y acaba creyendo que no lo debe pedir más, aclara.
AFP