Los militares nos jactamos de ser descendientes del Ejército libertador. Eso es cierto en sentido lato, pero no estricto sensu. Ese Ejército peleó para liberarnos de España al mando de nuestro máximo adalid: Bolívar, y otros insignes generales. Concluida la independencia el grueso de esta hueste fue dispersado. Unos regresaron a la vida civil, otros se dedicaron a la política. Paulatinamente el glorioso Ejército se difuminó en una masa armada incoherente dando paso a una fratricida guerra civil, la guerra Federal. Ese conflicto acabó con los últimos vestigios del antiguo Ejército Libertador, que fue sustituido por mesnadas armadas e indisciplinadas. Durante el siglo XIX estas bandas saquearon el país produciendo una cadena de dictaduras castrenses.
En el siglo XX la renta petrolera empezó a fluir. El Gen. Gómez, entendió que Venezuela tenía una riqueza importante y necesitaba una fuerza militar para protegerla. Al apropiarse del poder en 1908 decidió establecer un Ejército Nacional profesional modelado en el Ejercito Prusiano. Para ello terminó la construcción de la Academia Militar en la colina de “La Planicie” en Caracas. Sus graduados constituyeron la base de las “Fuerzas Armadas Nacionales (FAN)” integradas por el Ejército, la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional. Esta edificación es hoy apodada “El cuartel de la montaña”, un parque temático golpista cuya principal atracción es un cadáver de cera alrededor del cual babalaos y militares hacen grotescos aquelarres.
Las Fuerzas Armadas creadas por Gómez se rigieron por un Código Militar de estilo prusiano que evolucionó hasta convertirse en “Ley Orgánica de las FAN” (LOFAN), en plural porque había varias fuerzas. Esta ley después de la caída del dictador Gen Pérez Jiménez cambió el patrón prusiano por la doctrina militar descentralizada moderna desarrollada durante la 2ª Guerra Mundial. La LOFAN dio autonomía presupuestaria a las 4 fuerzas y las convirtió en entes administrativos dirigidos por el presidente de la república como comandante en Jefe. Al crearse el CUFAN se separaron las líneas de mando administrativas de las operativas. La autonomía de las Fuerzas impedía que el Ministro de la Defensa se convirtiera en un ente todo poderoso y peligroso para el Estado.
En 1999 Chávez valiéndose de la constituyente estableció una nueva carta magna titulada “Constitución de la República Bolivariana de Venezuela” alegando que se fundamentaba en la doctrina de Bolívar. Chávez se declaró bolivariano, hijo y heredero del Libertador. Para cumplir con su última proclama tenía un plan. Eliminaría paulatinamente los partidos, para que el héroe “baje tranquilo al sepulcro” dejando al PSUV como partido único, al estilo de Cuba. Al cesar los partidos se elimina la libertad de expresión y la democracia que serían reemplazadas por el modelo castro comunista.
El Capítulo III de la Constitución cubre el tema de “La Fuerza Armada Nacional (FAN)”. Fíjense que no habla de la FANB. La “B”de contrabando al final de FAN para convertirla en FANB fue metida de contrabando violando la Carta Magna. El propósito oculto de la “B” politizar a las FAN convirtiéndolas en el brazo armado del partido de gobierno “bolivariano” del cual adoptó sus lemas y parafernalia.
En el año 2005 Chávez a fin de consolidar su control militar, impuso una nueva “Ley Orgánica de la FAN”. Nótese que el título de la ley es “Fuerza Armada Nacional” sin el añadido de “bolivariana”. En el 2007 Chávez estableció manu militari como lema de la FAN el grito castrista “Patria, socialismo muerte” y apellidó a las FAN como FANB. Ese añadido es inconstitucional. No aparece en la Carta Magna, ni en la LOFAN. Ese exabrupto legal debe ser corregido y las FAN venezolanas no deben usar más nunca el apodo de “bolivarianas” que asocia a las FAN con un partido político, lo cual es un grave delito constitucional. La AN debe corregir este entuerto haciendo las correcciones necesarias. El nombre correcto de nuestro país es República de Venezuela y no República Bolivariana de Venezuela asociado con el chavismo. Este escrito es una notitia criminis para la Fiscalía y de no actuar, la AN debe tomar medidas para corregir estas violaciones a la Constitución.