Con una larga y variada trayectoria en Hollywood, el actor de raíces peruanas Benjamin Bratt se pone ahora en la piel del “villano” de “Ride Along 2”, la comedia que presenta junto a Kevin Hart y Ice Cube, y subrayó en una charla con Efe la importancia de los latinos en la cultura estadounidense.
EFE
“La realidad es que no puedes tener una historia completa y detallada de Estados Unidos sin incluir la historia de los latinos”, opinó el actor, quien también consideró que parte del debate actual sobre los inmigrantes latinoamericanos es un problema de reconocimiento cultural y “percepción”.
“Al menos un tercio de este país fue en algún momento parte de México”, dijo irónicamente Bratt al subrayar que lo latino “siempre ha sido parte” de la cultura y la sociedad estadounidense.
Nacido en San Francisco en 1963 y de madre peruana, Bratt ha desarrollado una sólida carrera en la televisión y cine en Estados Unidos con relevantes papeles como los que desempeñó en la serie “Law & Order” o en películas como “Traffic” o “Miss Congeniality”.
Ahora aparece en el elenco que da vida a “Ride Along 2”, la secuela de la exitosa comedia policiaca que interpretaron Kevin Hart y Ice Cube y cuya primera entrega de humor y acción recaudó más de 150 millones de dólares en todo el mundo cuando su presupuesto fue de solo 25 millones.
Bratt encarna a Pope, el “tipo malo” de la película, un narcotraficante que se esconde bajo la piel de un sofisticado y rico benefactor en Miami y hasta esa ciudad estadounidense viajarán los personajes de Kevin Hart y Ice Cube para capturarlo siguiendo sus peculiares métodos.
El actor aseguró que fue divertido interpretar a Pope, un “playboy rico” y un “conocido filántropo”, que tiene “a los políticos y la policía metidos en su bolsillo”, pero que, por otro lado, es “claramente el villano” de la película.
Destacó también una escena del filme en la que baila junto a la actriz Olivia Munn y afirmó que su personaje Pope “está muy seguro” de sus habilidades en la pista de baile, pero él no tanto en la realidad, por lo que ensayaron durante una semana para ese fragmento de la película.
“Una cosa es practicar los movimientos de baile en el estudio con el instructor y otra cosa muy diferente es hacer la escena enfrente de 250 personas (en el rodaje)”, comentó entre risas.
Para Bratt, la clave de “Ride Along 2” es la “conexión” que existe entre Kevin Hart y Ice Cube, que casi alcanza “el perfecto equilibrio”: mientras el primero es “muy divertido”, el segundo es un “hombre recto” que puede decir mucho solo “con una mirada”.
La película, que en EE.UU. se estrena el 15 de enero, responde claramente al modelo de las “buddy films”, con dos personajes y compañeros de carácter casi opuesto al frente de la acción.
Al respecto Bratt señaló que el choque “de dos energías diferentes” que sucede en “Ride Along 2” remite a la tradición y el legado humorístico de filmes como los que protagonizaban las parejas Dean Martin y Jerry Lewis o William Abbott y Lou Costello.
Nieto de un actor, por lo que consideró que la interpretación para él era algo “natural”, Bratt no mostró sus preferencias por trabajar en televisión o cine, siempre y cuando se trate de proyectos interesantes para él como artista.
“Cuando llegan oportunidades y son algo diferente o nuevo, siempre voy a aprovecharlas, incluso aunque sean cosas que me asusten un poco”, dijo el actor, que en 2016 tiene previstos los estrenos de la serie “Special Correspondents”, del comediante británico Ricky Gervais, y de la película “Infiltrator”, con Bryan Cranston, John Leguizamo y Diane Kruger en su reparto.