Cuando lo cotidiano se convierte en extraordinario por @lmesculpi

Cuando lo cotidiano se convierte en extraordinario por @lmesculpi

thumbnailluismanuelesculpiEn los primeros días del año los problemas más sentidos que ya venían agobiando la vida de los venezolanos se han agudizado. Los economistas y sectores vinculados a la producción ya lo habían anticipado: La escasez se va a agravar en el primer trimestre: esa predicción pareciera haberse hecho realidad y las largas colas que en la mayoría de los mercados y centros de distribución de alimentos así lo corroboran.

En contraposición con esa situación y unida a la dramática escasez de medicinas, a las alarmantes cifras de la inseguridad, lo más noticioso ha sido algunos hechos rutinarios que se han convertido en eventos excepcionales.

A la inversa de la famosa -por repetida- frase del Che de “cuando lo extraordinario se vuelve cotidiano, estamos en presencia de la revolución”…en estos días lo cotidiano se ha vuelto extraordinario. Un hecho absolutamente normal como la salida de unos cuadros del Palacio Legislativo, ha ocupado titulares en los medios de comunicación, ha sido un fenómeno viral en las redes y objeto de las más diversas versiones humorísticas.





En ningún parlamento democrático del mundo su iconografía contempla figuras de los otros poderes, las imágenes presidenciales están reservadas a la sede de los gobiernos. Subrayo lo de democráticos , porque en la era de Mao en todos los lugares de China se colocaban fotografía del “gran timonel”, no es de extrañar que en la Asamblea Nacional de Cuba retratos de Fidel ocupen lugar destacado, al igual que en Corea del Norte todos los presidentes y herederos desde Kim II-sung. Regímenes todos caracterizados por exarcerbar un culto irracional de la personalidad.

En el antiguo Congreso solo en una sala de prensa existió una iconografía con los presidentes del Senado, que eran también del Congreso, no la de los Presidentes de la República, en clara manifestación de la independencia de poderes. Los salones de sesiones y los otros lugares solemnes solo contenían los símbolos de la patria y la figura del Libertador.

La Asamblea Nacional desde que existe, no disimulo su carácter dependiente del ejecutivo, al igual que el resto de los poderes. Incluso Luisa Estela Morales cuando presidió el Tribunal Supremo de Justicia declaró: ” No podemos seguir pensando en una división de poderes porque ese es un principio que debilita el estado”…expresando la visión de un régimen, donde el gobierno controla todos los poderes, negando así una regla de oro de la democracia.

Más allá de la forma o el estilo con el cual el presidente de la Asamblea Nacional ejecutó la medida, es indudable que ella se inscribe en el proceso de institucionalizar el poder legislativo, ese es el problema de fondo. Nadie se le ocurre, por ejemplo colocar retratos del presidente de la AN en Miraflores, o en el TSJ; de quien presida el máximo tribunal en la sede del resto de los poderes. El llamado “socialismo del siglo XXI” se dedicó a concentrar el poder en el ejecutivo y a fortalecer más aún el carácter presidencialista del sistema político venezolano.

La reacción del oficialismo obedece al propósito de usar un pretexto para intentar cohesionar a sus partidarios, (el día anterior a la instalación se retiró la imagen del hemiciclo y no causó ningún malestar) utilizando como siempre, a la figura del expresidente. Aún no asimilan la derrota, el desconcierto, la incertidumbre recorren sus filas y las divergencias en su seno comienzan a manifestarse con mayor fuerza.

Superada la llamada “guerra de los retratos”, como la bautizó Chuo, la mayoría de la Asamblea Nacional, se ocupará además de institucionalizar el poder legislativo, de legislar y controlar -atribuciones que le son propias- sobre materias de interés para la mayoría. Se convertirá en un receptáculo de la opinión de los diversos sectores sociales, en paralelo a investigar la gigantesca corrupción de este periodo. Al hacerlo estará cumpliendo con las expectativas que generó la victoria y avanzando en la ruta del cambio político necesario.

PD: Lamento profundamente la partida de nuestro amigo Demetrio Boersner, quien nos acompañó en la Fundación Espacio Abierto, socialdemócrata de verdad, de sólida formación intelectual, de reconocida probidad. Buen hombre, “en el buen sentido de la palabra, bueno” como diría Antonio Machado. Mi palabra de condolencia a sus familiares y amigos.