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El conjunto de los diputados chiitas del parlamento kuwaití boicoteó el miércoles una sesión del parlamento tras la condena a muerte de dos chiitas por espiar para Irán y preparar atentados.
Los nueve diputados (de los 50 del parlamento) informaron a la mesa de Asamblea de su intención de no participar en la sesión, sin explicar la causa de este boicot.
Pero uno de ellos, Salem Achour, declaró que la “ira de los chiitas llegó a su máximo en los últimos días” después de que “miembros de esta comunidad fueran acusados de ser agentes de Irán y pertenecer al Hezbolá” chiita libanés.
Paralelamente, las autoridades no han tomado ninguna decisión contra las personas que van a combatir en Irak y en Siria, dijo en un comunicado colgado en Twitter refiriéndose a los yihadistas sunitas.
Un tribunal de Kuwait condenó a muerte el martes a dos miembros de un grupo de 26 chiitas juzgados por espionaje en beneficio de Irán y el Hezbolá, y planificación de atentados. Otro fue condenado a cadena perpetua y 19 más a penas de prisión que oscilan entre 5 y 15 años.
Los dos condenados a muerte son un kuwaití, presente en el juicio, y un iraní, juzgado en rebeldía.
Las relaciones se han deteriorado entre Irán y la mayoría de países árabes del Golfo. Kuwait llamó a consultas el 5 de enero a su embajador en Teherán en protesta contra los ataques a legaciones diplomáticas saudíes en Irán tras la ejecución de un alto clérigo chiita saudí, Nimr al Nimr.
Los chiitas representan alrededor del 30% de los 1,3 millones de kuwaitíes.