Ante la apabullante presencia de “El Chapo” en la prensa desde su reciente captura, los mexicanos creen que el tema sirve para distraer a la población del aumento histórico del dólar respecto al peso y confían más en las autoridades de EE.UU. que en las mexicanas para hacerse cargo del capo.
EFE
Así queda recogido en testimonios de transeúntes entrevistados por Efe en Ciudad de México y que opinan sobre la reaprehensión de Joaquín “el Chapo” Guzmán el viernes pasado en el estado de Sinaloa, noroeste de México, y la coyuntura actual del país latinoamericano.
Para Enrique, un hombre de pocas palabras, “es puro teatro”. Alejandra agrega que el presidente del país, Enrique Peña Nieto, utiliza el acontecimiento “para tapar todo esto del crecimiento del dólar”.
Apenas la semana pasada, el dólar estadounidense superó los 18 pesos mexicanos en su venta por ventanilla, un nuevo récord histórico que los analistas atribuyen en parte a un fenómeno global vinculado a la fortaleza de la divisa estadounidense y el frenazo de la economía china.
Otra ciudadana, Lizbeth Islas, coincidió en declaraciones a Efe en que la atención que ha recibido Guzmán en los medios de comunicación sirve “para entretener a los ciudadanos y dejar de lado otros asuntos más importantes”.
Además de esa postura, los mexicanos parecen confiar más en las autoridades estadounidenses que en las mexicanas para seguir con el proceso judicial al líder del Cártel de Sinaloa.
Leticia Solís argumentó a Efe que “son más rígidas las leyes en Estados Unidos”, mientras Alejandra expresó su desconfianza hacia las autoridades mexicanas, asegurando que “hay mucha corrupción”, por lo que “sería mejor” y “más efectivo” llevar a “El Chapo” a EE.UU.
Miguel de la Cruz añadió que el mejor lugar para continuar con el caso de Guzmán es aquel en “donde se cuenten con las garantías para que se cumpla un proceso judicial justo” y en el que “todos estemos enterados del curso del procedimiento”.
Los consultados también se refirieron al contacto establecido por los actores Kate del Castillo y Sean Penn con el barón de las drogas mientras estaba prófugo.
Islas opinó que no le ve “nada de malo”, pues “si ellos sabían dónde estaba” no duda en que “el Gobierno también lo supiese”.
Alejandra considera que los actores “son cómplices” del capo al no haber dado información a las autoridades sobre su paradero, en tanto que De la Cruz lamentó que la entrevista del actor a Guzmán, que se publicó el pasado sábado en la revista Rolling Stone, no haya proporcionado “información valiosa”.
“Hay profesionales que podrían hacerla (la entrevista), no un actor y una actriz, y en los resultados se ve”, consideró.
A pesar de la captura de Guzmán, los testimonios recabados no creen que cambie la situación del narcotráfico en el país.
“No porque agarraren al Chapo (…) se va a acabar la delincuencia aquí. No porque esté encerrado se va a acabar el narco”, lamentó Islas.
Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera fue capturado el pasado viernes 8 de enero en los Mochis (Sinaloa), luego de haberse fugado en julio de 2015 de la prisión del Altiplano, en el central Estado de México por un túnel de 1,5 kilómetros de largo.
La semana pasada quedaron sentadas las bases para el inicio del proceso de extradición a Estados Unidos, luego de que la Interpol formalizara dos órdenes de aprehensión con fines de extradición emitidas contra Guzmán y solicitadas por cortes estadounidenses.
El líder del cártel de Sinaloa ya había escapado en 2001 de otra cárcel de máxima seguridad en el occidental estado de Jalisco en un carrito de lavandería. Las autoridades tardaron 13 años en detenerlo nuevamente.