La polémica suscitada por la decisión de la diputada de Podemos Carolina Bescansa de acudir a la sesión constitutiva del Parlamento español con su bebé para poner de relieve las dificultades de conciliar vida familiar y profesional, continuó este jueves en España.
“A mí no me gusta”, declaró este jueves a la radio el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, recordando que “hay una magnífica guardería” en el Congreso de los Diputados y afirmando que “no creo que sea (la Cámara Baja) el ambiente más adecuado para un niño”.
Carolina Bescansa, de 44 años, diputada de Podemos que no se separa jamás de su bebé, se sentó el miércoles en su escaño con su niño de cinco meses, desatando toda una tormenta de comentarios en las redes sociales.
“La mayor parte de las mujeres que son cajeras, o dependientas, o que trabajan en la distribución no tienen la posibilidad de mantener la crianza de sus hijos y de traerlos al trabajo”, explicó Bescansa el miércoles.
“Me parece que es muy sorprendente que sea noticia que una madre con un bebé tan pequeño acude a su trabajo con él”, añadió.
El líder socialista, Pedro Sánchez, le mostró su apoyo este jueves afirmando que “está en su derecho de hacer lo que hizo ayer y nosotros vamos a luchar y trabajar para esa igualdad entre hombre y mujeres”.
Más prudente fue el flamante presidente del Congreso, Patxi López, al asegurar que “me gustaría que esas opciones personales como la de llevar a un bebé, lo que nos llevaran a hacer pensar es que la política de conciliación es mucho más que eso”.
En el rotativo El País, la periodista María Fabra afirma que “el gesto hubiera estado bien si el niño no hubiera ido de mano en mano, de brazo en brazo, por toda la fila de diputados ‘podemitas’ posando para las fotos”.
Los derechos de las mujeres están en el corazón del programa de Podemos y sus aliados (20,6% de los sufragios), tercera fuerza política española tras las elecciones del 20 de diciembre.
El partido pide que haya más guarderías gratuitas, insuficientes en España, según la formación de izquierda radical.
La conciliación de la vida familiar y profesional es objeto de debate en España, donde las jornadas de trabajo a menudo son muy largas. AFP