Casi dos décadas tiene el precio de la gasolina congelado en Venezuela y después de varios anuncios y hasta cuñas por televisión concientizando a la población sobre la necesidad del incremento, todo indica que éste año sí se concretará la medida, reseñó Panorama.
Por Yesibeth Rincón
Al menos así lo asomó el viernes, durante su alocución en la Asamblea Nacional, el presidente de la República, Nicolás Maduro: “Son decisiones complejas, necesarias e ineludibles, pero llegó la hora de hacerlo. Tenemos que ir a un sistema de cobro de hidrocarburos internos, siempre ventajoso, por ser nuestro país productor de hidrocarburos”.
El debate sobre el aumento se inició el año pasado, sin embargo, el Gobierno dejó correr la arruga. La gasolina en el país es la más barata del mundo, un litro cuesta 0,087 bolívares y su costo real debería ser al menos de 2,5 bolívares por litro, que es lo que le cuesta a Pdvsa producirla.
El economista Tony Boza, quien estuvo de asesor del Ejecutivo nacional, sostuvo que por ahora “no se cubre ni los costos de producción”, el otro tema es que los bajos costos incentivan el mercado del contrabando de extracción de combustibles hacia Colombia, flagelo que está desangrando la economía venezolana.
“Según cifras de 2014, por lo menos la mitad de lo que se destinaba al consumo de Venezuela se iba por contrabando. Estamos hablando de que el país consume, en teoría, aproximadamente unos 290 mil barriles diarios, pero de los cuales 145 mil se van por contrabando, producto del diferencial en el precio internacional y el precio local. Estoy absolutamente de acuerdo con un aumento en la gasolina, no necesariamente ese ajuste implique llevarlo a los precios internacionales, sino una medida que impida que sea subsidiada o casi regalada. Por otro lado, hay que buscar un precio que impida que sea extraída”.
El experto en materia energética, David Paravisini, sostuvo que es “impostergable” un aumento, y que ese incremento debe rondar un precio mínimo que impida el contrabando.
“Lo he venido definiendo como el máximo, o mejor decirlo así, el mínimo que impida el contrabando. Si en el mercado externo más cercano, como el caso de Colombia, la gasolina está un $1,25, aproximarlo a ese precio hasta que no sea de ninguna manera atractivo llevarse el combustible, eso nos debería producir excedentes no solo de lo que se contrabandea a Colombia, sino a otras partes, eso podría producir cerca de 150 mil o 200 mil barriles diarios que en el mercado internacional están a $100 y eso podría ir al mercado externo ya no como contrabando, sino como producto que pudieran ser vendidos, eso sería un ingreso en divisas gigantesco, lo hemos estado proponiendo”, dijo en entrevista a Panorama.
Boza coincide en que debe ser un precio que no sirva de estímulo al contrabando y que además debe haber otras medidas para garantizar el acceso a los bienes y al transporte.
Para el economista Luis Vicente León, esta medida ha debido tomarse desde hace tiempo, aunque “dudo mucho que ese incremento sea hacia el precio del mercado, es decir, lo van a subir para generar ingresos, pero no creo vayan a resolver el problema de fondo. Hay nuevos ingresos, pero mientras no coloques la gasolina a precio internacional no hay forma de que pares el contrabando de extracción, que es el problema fundamental aquí. Si no aumentas a nivel de mercado no reduces los estímulos al contrabando y tampoco disminuyes la demanda excedentaria de combustible interno, con lo cual disminuye tu capacidad de exportación”.
El diputado a la AN, Omar Barboza (MUD), opinó que lo importante es que las medidas que tome el Gobierno “se hagan dentro de un programa integral que corrija la política económica, porque si aumentan y ese dinero se va al despilfarro y a la corrupción, entonces se va a hacer un sacrificio sin resultados. Lo importante es que si se llegara a aumentar la gasolina se asegure un destino eficiente al dinero que se recoja por ese concepto, pero es una decisión que le corresponde al Gobierno”.
“El tema del aumento de la gasolina no es exclusivamente un problema económico, sino un problema de sensibilidad política y sensibilidad social”, dijo el ministro de Economía Productiva, Luis Salas.
Entre los distintos esquemas que revisan, Salas —quien también es Vicepresidente del área económica— indicó a la agencia Reuters que podrían “desestimular” el consumo de la gasolina más costosa de 95 octanos.
Mañana lunes, en Caracas, se instalará el Consejo para la Economía Productiva, presidido por el vicepresidente ejecutivo de la República, Aristóbulo Istúriz.