Por tercera ocasión en igual número de presentaciones, el motociclista venezolano Nicolás Cardona logró llegar a la meta en el rally Dakar, carrera que no dudó de calificar como la más exigente de todas las que había participado debido a las condiciones extremas que debieron enfrentar todos los participantes.
Por Octavio Estrada
Durante dos semanas, en los caminos de Argentina y Bolivia, el larense Nico Cardona tuvo que enfrentar desde vientos que podían derribarlo en cualquier momento, a soportar granizo y lluvias torrenciales, para luego encarar caminos a alturas de casi 5 mil metros, hasta llegar al calor sofocante que en los días finales rondaba los 50 grados centígrados.
Cardona no vaciló al precisar que en algunos momentos llegó a pensar en que no iba a poder culminar la maratónica prueba, pero gracias a su temple y condiciones físicas, consiguió sobreponerse a las adversidades, respaldado por el buen rendimiento de su máquina, atendida por la formación española Pedrega Racing.
“Este Dakar entre Argentina y Bolivia fue diferente a los otros dos en los que habíamos participado – describió Nicolás Cardona – La primera parte fue verdaderamente muy rápida, algunos trayectos incluso eran hasta peligrosos, pero por suerte no sufrimos más que algunas caídas menores que no nos afectaron. Fue increíble la cantidad de cambios en el clima: las lluvias torrenciales fueron constantes, hasta en tres ocasiones nos cayó granizo, algo que nunca había ocurrido. Los primeros días las rutas eran más parecidas a las carreras tipo Baja, con promedios de velocidad elevados, mientras en la segunda sí comenzamos a navegar en terrenos mucho más comunes a la filosofía del Dakar”.
La clasificación final de Nicolás Cardona en la trigésima octava edición del Dakar lo dejó ubicado en el vigésimo noveno lugar absoluto, además de colocarse cuarto en la clase Maratón, reservada para aquellos pilotos que no cuentan con el apoyo de un equipo oficial de fábrica. Por otra parte, el múltiple campeón venezolano concluyó como el quinto mejor colocado entre los especialistas latinoamericanos.
“Nos tocó vivir momentos bien complicados – relata Cardona – en uno de los enlaces en una carretera en Argentina, el viento era tan fuerte que debimos protegernos y avanzar junto a un camión para que las ráfagas no nos derribaran, de hecho vimos a varios pilotos irse al piso por esta situación. Cuando empezamos a ascender en Bolivia a casi 5 metros, sufrimos terribles dolores de cabeza que nos llegaron a desorientar, tuvimos que bajar mucho el ritmo. Después de regreso en Argentina, el calor fue agobiante, yo usualmente suelo consumir poca agua, pero faltaba todavía casi un tercio del recorrido de esa etapa y ya me había quedado sin hidratación, pero por suerte colocaron la bandera roja y detuvieron esa prueba porque la temperatura era insoportable y resultaba un riesgo demasiado alto para todos”.
En los últimos días de la prueba, en las dunas y el calor infernal de Fiambalá, el barquisimetano Cardona llegó a pensar que no iba a lograr su cometido de llegar a la meta en Rosario e incluso recordó que en alguna ocasión, en los enlaces en los que la velocidad es controlada, el sueño estuvo a punto de vencerlo.
“Hay que tener mucha fuerza física pero sobre todo mental para poder superar cada día y evitar que el desaliento te derrote – señala Nicolás – Normalmente colocábamos el despertador a las 2 y 30 de la madrugada para levantarnos y en unos 90 minutos asearnos, desayunar bien y preparar la hoja de ruta y estar en el punto de salida antes del amanecer. Dependiendo de la distancia de las etapas, podíamos hacer hasta 6 ó 7 horas en una prueba especial, a lo que había que sumar los enlaces, por lo que a veces llegábamos al campamento a las 7 de la noche. Ahí entonces, reunión con el equipo, trabajar sobre la moto, bañarse, comer e irse a la cama a las 11, así una rutina que se prolongó durante las dos semanas de la carrera”.
Apenas un único contratiempo mecánico mayor fue el que tuvo que enfrentar Nicolás Cardona en la KTM de 450cc, al quedarse sin freno trasero cuando todavía restaban muchos kilómetros para culminar la etapa, pero consiguió adaptarse a la situación y logró llegar a la meta. El venezolano fue el único de los integrantes del equipo Pedrega en culminar la justa, porque el otro piloto se vio forzado a abandonar, uno de los más de 50 retiros que se produjeron entre las motos que contabilizaron 84 arribos.
“El apoyo mecánico que recibí del equipo Pedrega Racing fue excelente – agradece Nicolás Cardona – A pesar de ser una estructura pequeña, son grandes profesionales y trabajaron a la perfección; Jordi Arcarons, una verdadera figura del Dakar, también nos brindó su asistencia y resultó de enorme ayuda en la segunda parte del recorrido porque nos ofreció información muy valiosa para mejorar en la navegación. A falta de tres días para la llegada, manteníamos la esperanza de poder quedar terceros en la clase Maratón, si bien debimos conformarnos con el cuarto lugar, aunque igual quedamos muy satisfechos con nuestro desempeño en este Dakar tan duro y exigente”.
Cumplida la presentación en el Dakar 2016, Nicolás Cardona recibió una invitación de parte de unos organizadores estadounidenses para tomar parte en abril en una competencia tipo rally cross country a efectuarse en Arizona, aunque también espera poder materializar alguna presentación en las principales fechas del Mundial de la especialidad a desarrollarse en Europa y África.
La participación del larense Nicolás Cardona en el rally Dakar 2016 fue posible gracias al respaldo de Irenko Auto Sale, Soloson Import, Dobermann, Motorshop Center, KTM de Venezuela, Team Pedrega, Solmoto, Tomaca Tours, Akil Import y Motoz.