Hemos escuchado que sectores de la oposición piden encarecidamente a Nicolás Maduro y a su tren ministerial que rectifiquen y modifiquen las políticas que tienen al país en ruinas desde el punto de vista económico, social y moral. A estas alturas más que solicitar aNicolás Maduro que rectifique,lo que se debe pedir a Nicolás Maduro es surenuncia.
A Madurose le debe solicitar que renuncie porque ni él ni los que se han convertido en cómplices de la ineptitud, ineficacia además de violadores de derechos humanos, no pueden ni quieren que el país cambie, al contrario todo indica que quieren terminar de destruirlo.
Un país que cerró el año 2015 con casi trescientos mil ciudadanos asesinados, su capital se convirtió en la ciudad más peligrosa del mundo,mientras queMaturín es la quinta ciudad más peligrosa, según la ong mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal. Aunado a ello, Venezuela engrosa los primeros lugares como el país con la inflación más alta del mundo, y en el último informe de Transparencia Internacional, Venezuela es el país más corrupto de América Latina, ocupando en el ranking mundial el puesto 158 de los 167 países evaluados.
Por su parte,FreedomHouserecientemente presentó su informe sobre libertad y democracia, y Venezuela ocupa el primer lugar como el país latinoamericano menos democrático y libre, haciendo énfasis en la represión y persecución que han sido sometido los venezolanos por parte del gobierno.
Los venezolanos no necesitamos leer reportes que hacen en materia de seguridad, corrupción y libertad sobre Venezuela para saber que el país está a punto del colapso. Sabemos de la cantidad de asesinatos, robos y secuestros; vemos interminables colas para comprar comida; mueren niños y adultos porque no encuentran medicinas; en las cárceles hay 78 presos políticos por pensar distinto, quienes han sido torturados; diariamente se violan derechos humanos de ciudadanos venezolanos.
Así como también vemos que el régimen no ha mostrado, a lo largo de estos años, interés en recapacitar, rectificar ni mejorar la calidad de vida de los venezolanos, sino que ha permitido que las armas de guerra lleguen a los delincuentes, han financiado y apoyado a los que hoy son los colectivos armados, han acabado con la producción en el país, quienes han ocupado altos cargos públicos se han enriquecido producto de la corrupción, y ha sido una política de estado perseguir, encarcelar y torturar a los que piensen distinto.
Tenemos que terminar de entender que urge un cambio político y ese cambio político pasa por cambiar a los que hoy están en el poder, es muy irresponsableesperar que “esto se caiga solo” o querercohabitar con la dictadura. Como escribí hace unos meses atrás, hay que trazar estrategias para rescatar la democracia y no para convivir con la dictadura.
@zulmaire