Los efectos de la política económica de Maduro ha tenido efectos devastadores en la población venezolana. Los efectos conjuntos de la falta de insumos, la inflación y la caída del poder adquisitivo han generado unos niveles de pobreza nunca antes visto en Venezuela.
En su afán de controlar los precios y las ganancias, Maduro ha impedido que en un ambiente hiperinflacionario como el que vive Venezuela, los salarios se ajusten a una velocidad equivalente a la de los precios. Eso ha disminuido el poder adquisitivo del venezolano de una forma criminal según lo expresa el economista Alexander Guerrero.
Desde el punto de vista político, la única salida que tiene probabilidad de éxito es que Maduro renuncie a su cargo y ceda el paso para que un nuevo gobierno se encargue de enderezar los entuertos económicos producidos por un modelo que desde el principio estaba destinado a fracasar