Venezuela considerada por nuestro libertador Simón Bolívar como un cuartel, terminada la guerra de independencia y acabada la nobleza colonial , que era la clase dirigente del país, a juicio de la historia, le tocó a Páez: “mandar con una clase dirigente, formada mayoritariamente por los comerciantes de Caracas y por los intelectuales de entonces que fueron el núcleo de la oligarquía conservadora, lo cuales considerados blancos de segunda, junto con el pueblo campesino y las masas artesanales de Venezuela no estaban en situación de asumir papel de clase dirigente en las condiciones imperantes”.
“Debido a eso, al no ser sustituida la nobleza colonial por otra institución semejante, por otra clase de igual y superior poder de convocatoria y decisión, terminó imponiéndose la casta militar.”
El militarismo formado por aquellos que habían conducido la guerra de independencia, con marcada ascendencia sobre las tropas que hubieron de mandar, ejercieron la dirección del país, induciendo la disolución de los valores morales y éticos que son propios del contenido integral e institucional de la civilidad; hicieron de la guerra y la aventura su profesión u oficio ; si no hacían la guerra, su destino se le transformaría ocioso.
Los militares con pretensiones heroicas, en forma mítica se atribuyen cualidades y excelencias que nunca tuvieron, son personalidades bélicas, jefes de montaneras enfrentados a las reglas democráticas, opuestos a toda otra conducta , que no sea el de la persistencia de estos en designarse generales; y la obtención de grandes riquezas habidas mediante la insaculación del situado constitucional.
Muchos venezolanos en pleno siglo XXI se sienten importantes al identificarse como ascendiente de un militar del pasado. No cabe duda que José Antonio Páez, despreciado por Hugo Chávez, fue factor principalísimo en la instauración del gobierno civil. La presidencia de José María Vargas así lo demanda.
La atipicidad antedicha, con abstracción de la percepción de mayoría militar activa, actualmente integrada al gobierno de Maduro, refleja que a partir de 1830, la República ha soportado la promulgación de 23 Constituciones, 170 golpes de estados a los que se le han sido sumados incontables números de asonadas, que nos fuerza , por ser pertinente , mencionar entre los héroes pretéritos , presente, en el contenido filosófico y doctrinario del pensamiento del ex presidente fallecido Hugo Chávez a Ezequiel Zamora: comerciante de Villa de Cura , dado que a pesar haber sido de abolengo liberal decimonónico y propietario de esclavos , es referencia obligada en el contenido discursivo de Nicolás Maduro, como inspirador doctrinario del llamado “socialismo bolivariano del siglo XXI”.
El 23 de enero de 1958, hoy reseñado por memorialistas contrapuestos en apreciaciones, con más importancia a hechos sobrevenidos por los poseedores de supuestos protagonismos de la discordia, que al alcance unitario y revolucionario de la fecha, logra abolir el control militar de la República, mediante el fortalecimiento de la Unidad integral del pueblo: REVIERTE la democracia, así como el sistema institucional, se redacta la Constitución que entra en vigencia el 23 de enero de 1961;se inserta la irrevocabilidad e independencia ; se crea el Estado federal con asiento de un gobierno siempre democrático , representativo, responsable y alternativo; el voto como derecho y función pública.
La Constitución define las atribuciones del poder público: las ramas del poder público tienen funciones propias, prohíbe el ejercicio simultaneo de la función militar y civil, excepto por el presidente. Las fuerzas armadas forman una institución apolítica, obediente y no deliberante, obligadas a asegurar la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución; el Poder Legislativo se ejerce en forma bicameral por el Congreso. El Congreso decretara amnistías, lo que hará por ley especial, así como ejercer el control de la Administración Pública Nacional.
A la Cámara de Diputados de conformidad a la Constitución aludida se le da la atribución de dar “voto de censura a los ministros, lo que podrá decidir por las dos terceras partes de los diputados presentes” siendo entendido que ningún pronunciamiento de la Cámara de Diputados sobre memoria y cuenta de los funcionario libera a éstos de responsabilidad y permite a las Cámaras proceder a la investigación por actos del respectivo despacho, aún cuando correspondan a ejercicios anteriores, mientras no se haya consumado la prescripción.
Tan importante fue la evolución política del país, que a partir de ésta fecha se nos permitió transformar la ineficacia del sistema legislativo sustituyéndolo por un método de examen para cumplir a cabalidad la obligación de preservar la inviolabilidad de la Constitución ,afirmando su observancia aun cuando se interrumpiera por un hecho de fuerza.
Empero, no obstante, haberse redactado una nueva Constitución, derogatoria de la anterior, con vigencia a partir de noviembre del año 1999, aprobada por el pueblo mediante referendo, y avanzada en la concepción de establecer:” como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona, el ejercicio de la voluntad popular, el bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios derechos y deberes consagrados en esta Constitución”, la instauración del gobierno surgido con la ascensión al poder del ex presidente militar Hugo Chávez y sus herederos continuistas, familiares y amigos, se transformó en la antítesis de este principio constitucional , convirtiéndose la Asamblea Nacional en cirinea del Presidente de la República, teniendo bajo su control exclusivo al Poder Judicial, cual con celeridad cuestionada da la no conformidad a todo acto que basado en hechos concretos pueda poner en entredichos las ejecutorias del Ejecutivo.
Si esto es así: si el irrespeto y no cumplimiento de la legalidad convirtió al dizque gobierno socialista en la más alta expresión de la arbitrariedad, no cabe dudas, que en las elecciones realizadas el 06 de diciembre del año próximo pasado, los sectores mayoritarios en forma abrumadora supieron castigar la arbitrariedad imperante, eligiendo sin sectarismo de ninguna clase ,sin personificación de subjetivismos indeseados a los diputados que instalados el cinco de enero de 2016, juraron la constitución, para hacer incompatibles las funciones del poder legislativos con las que puedan corresponderle al poder ejecutivo.
La Asamblea Nacional de conformidad con la atribución de control sobre el Gobierno y la Administración Pública Nacional, que le permite disponer de los elementos probatorios obtenidos en el ejercicio de ésta función y establecer sanciones, se encuentra en la obligación de disponer que la actividad de revisión , examen e inspección sobre las actividades realizadas de control insertas al diario de debates sean públicas, siendo necesario que el servicio de prensa le de publicidad a las sesiones que se realicen diariamente, que las sesiones de la Asamblea sean apreciadas, por la gente del pueblo; que se conozca todo lo que es de la incumbencia del Estado.
La negativa de los titulares de los despachos: Banco Central de Venezuela, PDVSA y SENIAT a comparecer al Hemiciclo de la Asamblea para rendirle cuentas a los designados por el poder originario, es grave, constituye un acto de rebeldía, que apoyado por el asistente de la Presidencia de la República, obliga a la Asamblea Nacional en ejercicio del control parlamentario, declarar la responsabilidad política, de éstos funcionarios no obedientes.
La ocurrencia de Nicolás Maduro de intentar una acción contra la directiva de la Asamblea Nacional, por no haber los diputados aprobado el Decreto de Emergencia Económica, no es más que ignorancia supina.
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