Ya a nadie le queda duda que Venezuela está inmersa en una situación económica muy crítica. Aunque por mucho tiempo el gobierno trató de negarlo irresponsablemente para evitar lo que era inevitable, su estrepitosa derrota el 6 de diciembre, ya hoy asume que el país está en una situación que podría degenerar en algo peor de no tomarse los correctivos necesarios.
Venezuela hoy nos necesita a todos para lograr salir a flote. Las soluciones a la crisis no son fáciles ni inmediatas, nos costará tiempo y esfuerzo; pero a nadie nos debe caber la menor duda que, para cambiar el panorama en el que nos metieron algunos fanáticos de ideologías trasnochadas -ideas que por cierto ya habían producido estragos en los países que las crearon-, es necesario un cambio de rumbo, es imperioso superar el modelo fracasado que implementaron para acabar con la producción nacional, con los empresarios venezolanos, con la iniciativa privada, trayendo inevitablemente crisis, pobreza, escasez y miserias.
Las soluciones parten por el reconocimiento de los errores. Es necesario aceptar que el modelo no funciona por muchas razones, tal vez las más evidentes las que han descritos algunos economistas, incluso vinculados a sectores de izquierda, como son los cuatro tipos de cambio que originaron mafias de bachaqueros de dólares, los controles absurdos de precios de productos que en muchos casos obligaron a las empresas a trabajar a pérdidas, y las expropiaciones de empresas que en su momento eran productivas, de forma improvisada y muchas veces caprichosa.
Lo hemos repetido en diversas oportunidades, es necesaria la unificación cambiara. La distorsión en la economía está matando a todas las empresas que no saben realmente si al precio que venden hoy sus productos les permitirán reponer la mercancía mañana. No se puede realizar una planificación adecuada para trabajar de manera normal durante un año si no sabemos cuál es el verdadero valor de la moneda, si desconocemos cuáles son los índices inflacionarios simplemente porque para el Banco Central de Venezuela esa información es un “secreto de estado”.
Los controles de precios son la razón por la cual existe el “bachaqueo”. En cualquier parte del mundo si usted entra a una tienda, compra una pasta de diente y al momento que pone un pie en la calle el producto que compró se incrementa su valor en 10 veces su precio, evidentemente se creará un negocio atractivo para cualquier persona. Por eso es imperioso eliminar los controles de precio y a través de programas sociales proteger a los sectores más vulnerables.
La solución para hacer grande a una nación parte evidentemente de la capacidad que tiene para producir buena parte de los productos que consume, así como de su desarrollo tecnológico, esto fundamentado en una buena formación profesional que capacite a los ciudadanos para ser productivos, proactivos y competitivos.
Venezuela tiene enormes potencialidades para ser competitiva en los mercados internacionales con productos diferentes al petróleo, sólo hace falta identificar cuáles son esas áreas que podemos desarrollar para luego crear las políticas económicas que fomenten la producción, juntos, Estado y empresa privada. Pero mientras el gobierno no entienda esto, y continúe poniendo escusas para ocultar su fracaso, será difícil enrumbar a nuestra nación por la vía del progreso.
Sin embargo, desde nuestra trinchera seguiremos luchando contra la crisis buscando soluciones en conjunto, construyendo mayorías, creando conciencia y preparando el escenario para que el cambio que es necesario que ocurra se concrete, eso sí, de la mano de todos los venezolanos y a través de los mecanismos que la Constitución nos brinda.
Creemos en el capital humano venezolano. Hemos comprobado cómo día a día nuestra gente asume retos de gran envergadura en la conducción de transnacionales dentro y fuera de Venezuela. Desde el obrero hasta la mano de obra más calificada es la gente nuestra mayor riqueza, y es por ello que debemos trabajar en buscar las soluciones a la crisis y motivar el talento venezolano a quedarse y a trabajar para construir la mejor Venezuela.