Desde hace apenas una semana, la volcánica isla de Lanzarote, en Canarias, España, alberga el primer museo subacuático de Europa. Se llama “Museo Altlántico de Lanzarote” y es una iniciativa del artista británico Jason DeCaires (Dover, 1974), calificado por la revista Foreign Policy como “el Jacques Cousteau del mundo del arte”. Y es que no es la primera vez que DeCaires se embarca en un proyecto de estas características: en 2006 el artista fundó el primer museo subacuático de esculturas del mundo, en las Antillas, y en 2009 creó otro en Cancún.
En esta ocasión, se sumergirán en aguas atlánticas más de 300 esculturas de este artista, en un área de 2.500 metros cuadrados y a una profundidad de entre 12 y 15 metros, lo que permite a buceadores de todos los niveles visitar este peculiar museo que, en algunas partes, incluso se puede apreciar desde la superficie. Las obras, que fueron realizadas con concreto de alta calidad, garantizado para sobrevivir en un medio marino durante 300 años, representan personas y situaciones actuales: fueron hechas a partir de moldes de decenas de habitantes lanzaroteños.
La primera fase del museo ya está en marcha y, por ahora, se sumergió la obra El Rubicón, un conjunto de 35 figuras humanas que caminan hacia un mismo destino: una puerta que se abre en el océano. A esta seguirán otras como Contenido, en la que una pareja se toma una selfie, invitándonos a pensar en las nuevas tecnologías; Los fotógrafos, que según el artista, “pretende abrir un diálogo entre las nuevas tecnologías y el vouyerismo”; o Lampedusa, en la que se observa una precaria balsa llena de inmigrantes.
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