La producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos se duplicará durante los próximos 20 años, a medida que las compañías perforadoras -que se hicieron más eficientes en un contexto de hundimiento de los precios del crudo- exploten nuevos recursos, afirmó el gigante energético británico BP el miércoles.
Por Ron Bousso/Reuters
En su Panorama Energético 2035, un documento de referencia para la industria, BP prevé que la demanda global de energía aumente un 34 por ciento, alentada por el crecimiento de la población y la economía mundial, con la cuota de petróleo declinando en favor del gas y las renovables.
La producción de esquisto estadounidense usando la tecnología de fracturación hidráulica fue uno de los factores más destacados detrás del incremento global de suministros de los últimos años. Pero el sector, con costos de producción relativamente caros, fue duramente golpeado por un declive del 70 por ciento en los precios del petróleo en los últimos 18 meses, hasta alrededor de 30 dólares el barril.
Sin embargo, en el largo plazo, la producción de esquisto crecerá desde los cerca de 4 millones de barriles por día (bpd) actuales hasta 8 millones de bpd en la década de 2030, significando casi el 40 por ciento de la producción de Estados Unidos, según el reporte. “Creemos que el petróleo de esquisto estadounidense caerá en los próximos años, pero luego repuntará”, señaló el economista jefe de BP, Spencer Dale.
Según el informe, “la innovación tecnológica y las mejoras en la productividad descubrieron vastos recursos de petróleo y gas de esquisto, llevándonos a revisar sucesivamente al alza el panorama para la producción en Estados Unidos”.
A nivel global, la producción de esquisto aumentará en 5,7 millones de bpd, hasta los 10 millones de bpd, pero seguirá concentrada sobre todo en Estados Unidos.
Dale dijo también que la demanda global de crudo, que creció en 1,8 millones de bpd el año pasado, seguirá aumentando “con fuerza” este año, aunque a un ritmo más lento.