El papa Francisco llegó a ese nosocomio que fue fundado en 1943 y que se ubica en la colonia Doctores, en la Ciudad de México, y será testigo de la alta que se dará a dos niños, quienes al tocar una campaña anunciarán la buena noticia, siguiendo la tradición de este hospital.
“Papa, yo te amo”, le gritó una niña cuando el pontífice se dispuso a dar unas palabras. “Rezá por mí”, le contestó Francisco.
El papa saludó a los niños personalmente, se tomó fotos con ellos y repartió bendiciones. Una niña incluso le pidió su autógrafo, y Francisco, sonriente, firmó su cuaderno.
Gracias por el esfuerzo de tantos que están haciendo lo mejor para que (los niños) puedan recuperarse, dijo el papa.
Francisco le pidió a los niños que cerraran los ojos e hizo una oración por ellos. En un punto, ayudó a darle la medicina a uno de los menores y luego tomó a un niño en los brazos.
“Gracias a quienes que con la ‘cariñoterapia’ hacen que estos días tengan mayor alegría”, dijo el pontífice.
Una niña le cantó el Ave María al papa, quien la escuchó con atención mientras los otros pacientes estaban visiblemente conmovidos por la poderosa voz de la menor.
Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto, acompañó al papa en su recorrido y le dijo: “Usted es grande por lo que dice, pero es mucho más grande por lo que hace”.
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