En un emotivo encuentro con defensores internacionales de los Derechos Humanos y premios nobel de la paz, como el expresidente
Oscar Arias, y la activista Naomi Tutu (hija del también nobel de la paz Desmond Tutu), el concejal por el municipio Chacao, Rafael del Rosario se refirió a las obras que realizó como alcalde y líder social en esta jurisdicción, el preso de conciencia, Leopoldo López.
Del Rosario recordó que gracias a la visión del dirigente sobre la Mejor Venezuela, los chacaoenses han logrado compartir sueños de
progreso y ver hechas realidad obras importantes para la comunidad como espacios culturales, deportivos, educacionales, de salud, de
seguridad, entre otros aspectos, cuando López ejercía como alcalde en Chacao entre los años 2000 y 2008.
Del Rosario dijo en evento público, junto a autoridades locales, internacionales, diputados a la Asamblea Nacional, familiares de
Leopoldo y vecinos, que López ha dejado imborrable huella en el municipio, por lo que sus hermanos de lucha no descansan para verlo
libre de las rejas del régimen de Nicolás Maduro.
El concejal invitó este sábado a todos los venezolanos para que acompañen en la exposición de obras artísticas de Leopoldo López,
realizadas durante su injusto encarcelamiento en la prisión militar de Ramo Verde, y al evento “Un Grito por la Libertad”, a realizarse en la avenida Francisco de Miranda desde el mediodía, donde serán amenizados por grupos musicales.
Del Rosario añadió que se siente seguro que con el apoyo de la Asamblea Nacional, rescatada para la democracia y la participación del
pueblo, la libertad de los presos políticos y la reconciliación de los venezolanos, a través de la Ley de Amnistía, está muy cerca.
Cuestionó que funcionarios del gobierno, sin haber leído el proyecto de ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, se hayan opuesto
apresuradamente a este texto legislativo, aprobado en primera discusión en el Parlamento, y que es respuesta a las peticiones de la
población y de quienes sufragaron el pasado 6 de diciembre.
Comentó que la visita de defensores de DDHH y de la paz no puede verse nunca como una injerencia, sino como la manifestación de apoyar la libertad y de rescatar los principios democráticos en aquellos países donde se estén violentando.