El líder de los socialistas españoles (PSOE), Pedro Sánchez, aceptó hoy entablar una negociación conjunta con el resto de formaciones de izquierda con representación en el Congreso, con el objetivo de alcanzar un acuerdo de cara a su investidura como presidente del Ejecutivo, a principios de marzo.
EFE
Las formaciones de izquierda que concurrirán a esta reunión a cuatro bandas son, además de los socialistas, los partidos Podemos (65 diputados), IU-Unida Popular (2) y Compromís (4).
Con esta reunión, para la que todavía no hay fecha fijada, se desbloquea el desencuentro entre los líderes de los socialistas y de Podemos, Pablo Iglesias, ya que este último quería forzar a Sánchez a suspender las negociaciones con el partido Ciudadanos (liberales, 40 diputados), como condición para sentarse a hablar.
Las elecciones del pasado 20 de diciembre dieron como ganador al PP (centroderecha, en el poder) con 123 diputados, seguido por el PSOE con noventa, y los emergentes Podemos (izquierda, 64 escaños); y Ciudadanos (liberales, 40), y el resto de escaños repartidos entre fuerzas de izquierda y nacionalistas, en un Congreso formado por 350 diputados.
El promotor de esta reunión a cuatro bandas es el líder de IU-Unidad Popular, Alberto Gárzon, que la propuso hace unos días al resto de partidos y que hoy finalmente ha aceptado el número uno socialista en una carta.
“Ahora más que nunca es importante el diálogo y el entendimiento”, ha señalado el candidato a presidir el Ejecutivo español en su cuenta de Twitter.
Sánchez da el visto bueno a esta cita, al que acudirán representantes de su partido, un día después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, también aceptara la oferta de que los equipos negociadores de los cuatro partidos se sienten a negociar de un posible pacto de gobierno.
Previamente Iglesias había rechazado esta fórmula en varias ocasiones, ya que su objetivo era reunirse a solas con Sánchez y negociar su oferta de acordar un Gobierno en coalición, presidido por el socialista, en el que él fuera el vicepresidente.
En la carta que Sánchez remite a Garzón, el líder socialista resalta “la necesidad de mantener un proceso de diálogo” en el que los partidos progresistas, identifiquen aquellas políticas y propuestas que comparten para permitir formar “un gobierno reformista” apoyado por varias fuerzas.
Sánchez asegura que la prioridad de su futuro Ejecutivo será atender “con urgencia” la difícil situación en que viven millones de españoles y abrir una etapa de “cambio” para “modernizar el país y cohesionarlo en torno a un proyecto común”.
La investidura de Sánchez está fijada para el próximo 2 de marzo, en una primera votación requeriría mayoría absoluta para alcanzar la presidencia y, en caso de que no lo consiga, se producirá una segunda votación en el plazo de 48 horas en la que le bastaría más síes que noes.