Apple probablemente invocará los derechos de libertad de expresión en Estados Unidos como unos de sus principales argumentos legales para impedir la orden judicial de desbloquear el iPhone encriptado de uno de los autores del ataque mortal en San Bernardino, dijeron esta semana abogados con experiencia en la materia.
Por David Ingram y Dan Levine/Reuters
El jueves, una corte estadounidense concedió a la compañía tres días más para presentar una respuesta a la orden. Apple tendrá ahora hasta el 26 de febrero para enviar su respuesta, dijo una persona familiarizada con el tema a Reuters.
El gigante de tecnología y el Gobierno estadounidense se encaminan a un conflicto de primer orden por la seguridad informática y el cifrado, después de que un magistrado federal en Los Ángeles emitió una resolución el martes que requiere que Apple proporcione software específico y asistencia técnica a los investigadores.
El presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, dijo que la solicitud de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) no tenía precedentes. Otros gigantes de la tecnología como Facebook Inc, Twitter Inc y Google, de Alphabet Inc, han apoyado a Apple.
Apple ha contratado a dos destacados abogados en materia de libertad de expresión para la pugna con el Gobierno, de acuerdo con documentos judiciales: Theodore Olson y Theodore Boutros.
Los abogados del Departamento de Justicia defendieron su petición en documentos judiciales, citando diversas autoridades, como el caso en el que un fallo de la Corte Suprema validó en 1977 una orden que obligaba a una compañía telefónica a brindar asistencia en la colocación de un sistema que permitía registrar números de teléfono.
Sin embargo, Apple probablemente ampliará el caso para incluir las garantías de libertad de expresión de la Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, según abogados que no participan en la disputa pero la siguen.
A diferencia de otros países, Estados Unidos tiene un sistema de defensa de la libertad de expresión muy fuerte incluso para las empresas, y al menos una corte ha decretado que el código informático es una forma de expresión, aunque esa resolución fue posteriormente invalidada.