¿Realmente sabemos querernos? ¿Nos valoramos cuando somos buenas haciendo algo? ¿Somos conscientes de cuánto valemos? Si la respuesta a estas preguntas es negativa, no te pierdas los consejos que ha dado la coach Adelaida Enguix, a través de En Femenino que serán súper útiles para ti.
1.- Céntrate en ti, solamente en ti:
La baja autoestima es fruto de mirar demasiado el mundo que te rodea buscando comparaciones, parecidos y diferencias. Recuerda que siempre que te fijas en los demás es para compararte y en ese juego sólo hay un final posible: la pérdida de autoestima.Mírate sólo a ti y admira tu forma única y especial de ser y vivir la vida. Recuerda que fuera de ti no hay nadie que te pueda castigar por no ser perfecto en todo, sólo estás rodeado de personas que como tú buscan un lugar en el mundo.
2.- Haz cosas que te gusten todos los días:
Aprender a quererse uno mismo pasa por aprender a disfrutar cada día de estar vivo. Enfoca tu mente en disfrutarte, descubrirte y sorprenderte de cómo eres. Haz cada día una cosa con la que disfrutes mucho y en la que practiques aquello que se te dé mejor.No hace falta que sean grandes hazañas, simplemente disfruta de un don o habilidad que tengas y repítelo tantas veces como sea posible para anclar en tu mente el disfrute de ser tú mismo.
También puedes buscar momentos que te hagan disfrutar y ser consciente de lo afortunado que eres por vivirlos. Tomar el café mirando por la ventana, escuchar tu música preferida mientras conduces o asistir a una clase de yoga es un buen momento para disfrutar conscientemente.
3.- Practica el diálogo positivo:
Empieza a fijarte en qué te dices y cómo te lo dices. Una autoestima baja va acompañada de un diálogo interno lleno de palabras negativas y maltratadoras.A partir de ahora puedes empezar a tomar conciencia de cómo te diriges a ti misma, el tono y todo lo que eres capaz de decirte.
Seguramente no consentirías de otras personas frases como: “no sirves para nada”, “eres malo”, “nadie te quiere”, pero tú te las dices a diario. Cambia la forma con la que te hablas y para ello ancla tus pensamientos en el disfrute del punto anterior.
4.- Recuérdate todos los días lo bueno que tienes para ofrecer al mundo:
Cada mañana cuando te despiertes repítete qué es lo que puedes ofrecer al mundo, cuál es el don con el que naciste o la habilidad que has aprendido y se te da muy bien hacer. Este recordatorio cambiará automáticamente tu forma de enfrentar el día.Puede que te dirijas a un trabajo que no te gusta, mal pagado o con mal ambiente o bien puede que te mires al espejo y no te sientas atractiva, pero recuerda que hay algo que sabes hacer muy bien y puedes ofrecer a las personas que forman parte de tu mundo, contribuyendo a su felicidad y bienestar.