La enfermera británica Pauline Cafferkey, aislada dos veces tras contraer el ébola en 2014 en Sierra Leona, ha sido hospitalizada por tercera vez, informó hoy el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido. EFE
Un portavoz del NHS en Escocia, donde reside la joven, indicó que “tras ser examinada de forma rutinaria por la Unidad de Enfermedades Infecciosas, Pauline Cafferkey ha sido admitida en el hospital para realizar más investigaciones”.
Cafferkey ha ingresado en el Hospital Universitario Reina Isabel de Glasgow, donde el pasado noviembre ya se recuperó de una meningitis relacionada con el virus.
La enfermera fue hospitalizada en dos ocasiones tras contraer el virus del Ébola cuando trabajaba en Sierra Leona en diciembre de 2014.
La primera vez pasó casi un mes en la unidad de aislamiento del Royal Free Hospital de Londres, donde fue dada de alta tras haber recibido un tratamiento experimental con plasma sanguíneo de otro paciente británico, el también enfermero Will Pooley.
En octubre de 2015, la sanitaria ingresó de nuevo en ese centro sanitario al contraer una meningitis relacionada con el virus, y llegó a estar en estado crítico antes de salir con el alta médica el 12 de noviembre.
En esa fecha, fue trasladada al Hospital Universitario Reina Isabel de Glasgow para completar su recuperación.
Cafferkey contrajo el ébola cuando trabajaba en Kerry Town con la organización humanitaria “Save the Children” para tratar de contener el brote del virus que afectó al África occidental.
Los protocolos en vigor en el Reino Unido establecen que cualquier persona diagnosticada de ébola debe ser trasladada lo antes posible a la unidad de aislamiento preparada en el hospital londinense.
El pasado octubre, la enfermera, natural de South Lanarkshire, acudió al médico en Glasgow con síntomas que el doctor interpretó como un virus convencional pero que después fueron diagnosticados como una meningitis causada por una complicación del ébola, cuyo virus seguía presente en su organismo.
Cuando en noviembre fue dada de alta por el Royal Free Hospital de Londres, adonde había sido trasladada de urgencia, el equipo médico dijo que se había recuperada totalmente y que ya no era infecciosa.