En alimentos y medicinas podrían ser los productos que sufrirán un ajuste en sus precios en los próximos días como parte de las acciones posteriores a los anuncios económicos hechos, la semana pasada, por el presidente Nicolás Maduro que incluyen incremento de salario mínimo y el beneficio del bono de alimentación, reseñó Panorama.
Por Priselen Martínez Haullier
Sin embargo, ya bienes y servicios en algunos sectores comenzaron a anunciar incrementos, siendo el transporte público y el sistema educativo privado los primeros en exigir su aplicación inmediata. Lo que coloca al mes de marzo como la fecha de arranque para que en el país comience a sentirse los efectos de los cambios económicos.
Según analistas esto generará una elevada inflación, la cual ya al cierre el 2015 fue de 180,9%, mientras que solo en alimentos se ubicó en 345%, según publicó la semana pasada, el Banco Central de Venezuela (BCV).
Ya el vicepresidente para el Área Económica y Ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, asomó, el viernes pasado, entre unos 70 y 75 serán los que sufrirían una modificación en su costo y eso parte de la reestructuración de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundee).
Una fuente ligada al Gobierno nacional dijo, a este diario que esto no significa “un nuevo control, sino que se pensó como un nuevo esquema de consenso entre el Estado y el sector privado sobre costos unitarios, precios autorizados, precios subsidiados de estricto cumplimiento por los productores y comercializadores con el reconocimiento legal”. Sin embargo, acotó que el Consejo Nacional de Economía Productiva (Cnep) “se concentra en 50 bienes rubros”.
Casi dos año lleva el Gobierno nacional sin ajustar precios en los productos regulados, sobre todo de higiene personal haciéndolos susceptibles para el bachaqueo y la reventa, así como en alimentos como el pollo, queso, huevos, carne que se han disparado hasta en más del 1000% de su costo real en mercados y carnicerías, a pesar de la petición que han hecho sus gremios.
Los granos, por ejemplo, son un rubro que cuentan con precio fijo de entre Bs. 645 y 800 el kilogramo, aún así no se aprecia la variedad en el mercado.
La pasta no regulada, dependiendo de la marca, supera los 345 bolívares el medio kilo. La harina precocida de arroz en las últimas semanas también a experimentado tres alzas en sus precios ubicándose en 195 bolívares el kilo.
El año pasado, el Gobierno, según informó el exsuperintendente de la Sundee, Andrés Eloy Méndez, estaba revisando los precios de los 42 productos que se encuentran bajo regulación, pero luego no se conocieron más detalles.
Mientras tanto, los pañales, toallas sanitarias, jabón detergente, crema dental, jabón de tocador, desodorantes, lavaplatos, afeitadoras, leche en polvo, fórmulas lácteas, papel sanitario, medicamentos, incluso, para tratamientos de enfermedades como el cáncer, siguen desaparecidos de los anaqueles.
La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), en enero pasado, solicitó al Ejecutivo nacional, se ajuste los precios de los productos regulados y propuso que la harina de maíz precocida cueste Bs 81. Para el organismo, los precios actuales no cubren los costos de producción y es por ello que informaron que los productos de la cesta básica aumenten su precio.
De acuerdo a su informe, el Gobierno debe eliminar los distorsiones cambiarias para que los productos no tengan precios “artificiales” que son los que están presentes en el mercado.
Para Eddy Aguirre, director de la Escuela de Economía de la Universidad del Zulia, todas las áreas tienden a hacer un ajuste en lo que corresponde a los precios de comercialización tanto de bienes como de servicio y esto se debe a la remuneración del salario.
“Hay muchos negocios, que tras los anuncios, tienen su santamaría a medias para hacer un ajuste correspondiente y era lo que se temía. Eso se había hecho con el dólar paralelo hace mucho tiempo (…). No se esperaba que los ajustes fueran tan generalizados (…)”, señaló el economista.