La papa es un elemento mitológico, la reina de nuestras mesas, ecuménica e interclasista. Inicialmente rechazado y tratado con soberbia, este maravilloso tubérculo se utilizaba para alimentar a los cerdos y a los más pobres, publica el diario La Vanguardia
Ahora, sin embargo, se cultiva en 130 países, en casi todos los climas y durante todo el año, llegando a convertirse en la base de muchas culturas.
Desde el vodka a la tortilla, la papa ha sido durante siglos una compañera inseparable de las vivencias humanas y de principal remedio al hambre. Ahora podría pasar a ser también una aliada valiosa en la producción de energía limpia, el gran reto de presente y futuro.
Según la Hebrew University de Jerusalén, una batería eléctrica a base de papas hervidas podría proporcionar una fuente de energía de bajo costo en los países en vía de desarrollo.
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