El petróleo subió el lunes ante las nuevas medidas de estímulo de China que se consideran auspiciosas para la demanda de crudo y las declaraciones de Arabia Saudita que alientan esperanzas de una reducción concertada de la oferta.
AFP
El precio del barril de “light sweet crude” (WTI) para entrega en abril avanzó 97 centavos, a 33,75 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
De su lado, en Londres, el crudo Brent del Mar del Norte para abril avanzó a 35,97 dólares el barril, una ganancia de 87 centavos (2,5%) de la cifra del viernes.
Recuperándose de las pérdidas del viernes, el mercado se sostuvo por la decisión del Banco Central de China (BPC), que ha bajado nuevamente el ratio de reservas obligatorias impuesto a los bancos, lo que les permite ofrecer más préstamos, que no sólo deben apoyar la actividad económica en curso, sino también evitar el agotamiento del sistema financiero por la fuga de capitales.
“Las autoridades chinas han tomado nuevas medidas para apoyar aún más a la economía… Y sabemos bien que el apoyo a la economía china equivale a apoyar la demanda de petróleo”, destacó Phil Flynn, de Price Futures Group.
A pesar de que es la quinta vez que el Banco Popular de China adopta esa medida en el último año, “eso fue suficiente estímulo para darle a los comerciantes de crudo un poco de apetito de compra”, dijo Flynn.
El analista de CMC Markets Jasper Lawler señaló que la expansión del crédito en China -el mayor consumidor de energía– ha estado aumentando en los últimos meses.
“La expansión del crédito no es una solución a largo plazo a la desaceleración del crecimiento de China, pero probablemente apoyará el crecimiento de este año – y eliminará parte de la preocupación que ha impulsado a la baja los precios del petróleo”, subrayó Jasper Lawler.
A su vez, Arabia Saudita, el mayor productor de petróleo en el club de 13 naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), estaba en el foco de los mercados después de lo que sugiere ser una apertura a negociar una solución coordinada contra la volatilidad del mercado, al tiempo que insiste en que no recortaría su producción a pesar del exceso de oferta mundial.