Bogotá, capital del teatro con su XV Festival Iberoamericano

Bogotá, capital del teatro con su XV Festival Iberoamericano

teatro1

Bogotá se ha convertido en las últimas décadas en una de las capitales regionales de las artes escénicas, una carrera que comenzó en 1988 con el Festival Iberoamericano de Teatro que el próximo 11 de marzo comienza su decimoquinta edición consolidado como el “carnaval de la ciudad”. Gonzalo Domínguez Loeda/ EFE

“Tomarse una ciudad de ocho millones de habitantes no es fácil y fue desde el principio la intención. No era un festival exclusivamente para iniciados, sino que pretendíamos desarrollar un evento de esta naturaleza, era la única manera de que el público se lo apropiara”, señaló a Efe la directora del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB), Anamarta de Pizarro.

Todo eso con la idea de crear nuevos públicos, un objetivo que ha cristalizado y ha convertido el certamen en el carnaval de una ciudad que no tiene una gran celebración para las carnestolendas.

Para conseguirlo han recurrido a temas transversales “que son las bases” sobre las que construyen la programación, según detalló De Pizarro.

Por ello, los organizadores han buscado “grandes compañías” así como “artistas integrales” y que acerquen a cuestiones como “la diversidad racial y la sexual, el respeto a las mujeres, a lo diferente y la paz”.

En el cartel de este año ese eclecticismo y cercanía por el teatro de calle es más visible que nunca con la presencia de grandes compañías, músicos como Ara Malikián y el monólogo “Cada vez nos despedimos mejor” que el actor mexicano Diego Luna hará en plena calle.

La programación se completa con el bailaor de flamenco Antonio Canales, así como la versión de “Medea” que fue estrenada en el Festival de Teatro Clásico de Mérida (España), dos de los grandes atractivos de esta edición.

Pero para poder llegar a este punto el FITB, que tiene el apoyo de la agencia de promoción de las inversiones y el turismo Invest in Bogota, tuvo que superar la fase más oscura de Colombia, asolada por la violencia del conflicto armado y el narcotráfico que llevaron al país al borde de ser considerado un Estado fallido en la década de 1990.

De hecho, en la primera edición, una banda criminal puso una bomba en los baños del teatro en el que se iba a representar una obra. Sin embargo eso no fue óbice para que continuase el show.

“El festival siempre ha sido reflejo (de Colombia) pero también un oasis dentro de la violencia. Recuerdo momentos duros de violencia, de bombas en la ciudad y la Policía informaba de que bajaban los índices de violencia y delincuencia”, agregó De Pizarro.

En su opinión, Bogotá se transforma durante el FITB “en un remanso”.

“El festival se tiene que ir consolidando como una empresa y la relación con la ciudad se debe mantener desde la programación de calle”, concluyó sobre como ve el futuro del certamen.

Para el hijo de la actriz y fundadora del FITB Fanny Mickey, Daniel Álvarez Mickey, hoy director del Teatro Nacional, el festival tiene una gran particularidad: “Que lo hace la gente”.

En su opinión, “se consolidó de una manera importante” puesto que en el 1988, cuando nació esta idea, Colombia estaba viviendo “una tragedia social muy importante”.

“Que alguien pensara en un espectáculo masivo era impensable y que el publico entendiera que necesitaban tomar aire (también)”, subrayó.

No en vano, aquella primera edición se llamó “Un acto de fe, Bogotá 450 años”.

Y verdaderamente fue un acto de fe que un grupo de personas del teatro decidieran que frente a las balas y la violencia el teatro podía ser una respuesta.

“Lo que pensaban es que el público necesitaba una confrontación con la realidad, ver nuestra realidad desde otra perspectiva”, afirmó Álvarez.

Asimismo, aquel grupo consideró que era necesario que brotase la “riqueza cultural” de Bogotá “con compañías de trayectoria importante”.

“El Festival es hoy un foco muy importante en Iberoamérica y a nivel mundial, porque se suma la duración, la programación y las compañías que ves aquí. Esto suena en todas partes, también el ejemplo de mi madre que superó las fronteras”, concluyó. EFE

Exit mobile version