La duplicidad y rigurosidad de controles que autoridades venezolanas y colombianas mantienen en el puente internacional Simón Bolívar, parecieran haber limitado aún más el reducido tránsito peatonal autorizado y asimismo privado a la población de la posibilidad de pasar cualquier producto que hasta hace poco, por ejemplo, podían traer de Colombia en vista de la escasez que hay en Venezuela. lanacionweb.com / José G. Hernández
Para cruzar el puente internacional que une a San Antonio del Táchira con el departamento Norte de Santander, toda persona debe cumplir con las exigencias establecidas por las autoridades venezolanas desde agosto pasado cuando fue cerrada la frontera, y ahora con las condiciones fijadas por Colombia desde hace casi dos semanas, cuando funcionarios de Policía, Migración y DIAN se establecieron en la mitad del puente internacional.
En la mitad del elevado binacional, funcionarios de organismos de ambas naciones ejercen estrictos controles con las personas que van de paso.
Aunque los pasos escolar y médico son respetados por ambas partes, el tránsito de viajeros y de particulares se ha limitado debido a las condiciones impuestas de uno y otro lado.
Como se sabe, Venezuela solo autoriza que crucen el puente los viajeros que presentan boleto para ir a un tercer país y excepcionalmente a otros que tienen boleto aéreo únicamente para el interior de Colombia.
Por el lado colombiano, los funcionarios de Migración destacados en el puente solo permiten la entrada a viajeros venezolanos que tienen pasaporte sellado.
Venezolano que no cumpla con el requerimiento o no posea el salvoconducto médico o de estudiante, es devuelto de la mitad del “Simón Bolívar”. Si es venezolano y trabaja en territorio colombiano, es obligatorio presentar visa de trabajo TP4. “No hay excepción”, comentó un funcionario.
A raíz de los controles que comenzó a ejercer Colombia hace casi dos semanas, en la mitad del puente internacional están destacados de forma permanente funcionarios de Migración, Policía Fiscal y Aduanera, Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, y también del consulado neogranadino. Toda persona que se disponga a entrar o salir del territorio colombiano es objeto de control.
Los funcionarios neogranadinos solicitan documentos de identificación de la persona y chequean equipajes. Está prohibido pasar cualquier tipo de artículo a menos que sea de uso personal.
Hasta hace poco, personas que pasaban desde Venezuela hacia Colombia, regresaban con productos o artículos colombianos que escasean en Venezuela, pero también ello fue restringido por las autoridades colombianas.
El papel higiénico, por ejemplo, era uno de los artículos que las personas traían del vecino país, pero ahora los funcionarios de la DIAN solo permiten el paso de un máximo de cuatro rollos.
En el caso de los medicamentos, deben estar amparados por el récipe y el permiso médico que es entregado por la autoridad sanitaria venezolana para que la persona pueda cruzar la frontera a comprarlos en Colombia.
En la mitad del puente, la DIAN revisa los equipajes a toda persona que entra o sale del país, mientras que en el lado venezolano, además del control que se hace en el puente, las maletas son chequeadas por la Guardia Nacional con el equipo de inspección no intrusivo en el punto de control de la Aduana Principal de San Antonio.