El lunes de la semana pasada cuando los médicos del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela llegaron a trabajar se encontraron con pasillos repletos de papeles, sillas tiradas, puertas rotas y hasta chipos usados para investigaciones regados en el suelo. Al día siguiente lo volvieron a vivir. Los robaron dos veces en la misma semana, como les ocurre en promedio cada 15 días desde octubre. En total, el episodio se ha repetido 11 veces, informó el director encargado, Tomás Hermoso.
María Emilia Jorge M. / El Nacional
Los últimos robos terminaron de desvalijar lo poco que quedaba. Los delincuentes, que no han sido identificados aunque la denuncia está en el Cicpc, se llevaron más de 20 computadoras, impresoras, microscopios, cajas registradoras y medicamentos. Los laboratorios de Infectología, Micología y Medicina Tropical están totalmente paralizados. También robaron el cafetín.
Los ladrones acabaron con todo lo que encontraron, puertas, escritorios y hasta muestras para análisis. En el laboratorio de micología, rompieron un frasco con esporas que producen histoplasmosis, una infección pulmonar que causa deficiencia respiratoria. En la puerta, los médicos dejaron la advertencia a los ladrones de que debían ir al médico.
En Micología habían robado un mes atrás. Un paciente donó una computadora y una impresora para que pudiera reanudarse el trabajo, y ahora otra vez están sin equipos.
A Nahir Martínez, jefa de Virología, más que los equipos le preocupa el trabajo de 25 años que costará recuperar. “Se fundaron y reforzaron muchos laboratorios, los investigadores creaban o mejoraban secciones, trabajamos para tener una institución de punta. No es solo comprar nuevas computadoras, que será difícil, es adquirir el software, poner puertas que realmente nos protejan, cámaras, alarmas. Necesitamos donaciones”.
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