Imaginar tanta humildad en el ejercicio del poder es un contraste brutal con la encumbrada cúpula podrida del PSUV, cuya arrogancia y prepotencia solo se compara con su inmensa pobreza intelectual y espiritual. Esta reflexión tiene pertinencia en un país donde el abuso de poder forma parte de la cotidianidad. Para muestra un botón: desde el pasado miércoles fue “tomado” el cementerio del Junquito, los entierros pautados para el jueves fueron suspendidos todos hasta el día viernes a las 10:00 am, y se restringió el paso al referido campo santo, todo un operativo policial y militar simplemente porque la señora madre de la Diputada Cilia Flores –presunta “primera combatiente”- iba a ser sepultada ese día (QEPD). La insólita medida obligó a los familiares de los difuntos a dejarlos un día más en las capillas de velación, lo cual es una muestra de desprecio que siente el gobierno por el dolor ajeno, del despotismo y arbitrariedad que inspira a la burocracia chavista. Se trata de una cúpula que ha manipulado al pueblo con una retórica socialista y una falsa humildad pero cuyas cuentas bancarias y actuaciones harían palidecer a la más rancia oligarquía. El país ha padecido el abuso permanente de un gobierno hipócrita, mentiroso e indolente, fracasado y absolutamente corrupto, lo cual explica que el 80,3% de los venezolanos quieran salir de esta pesadilla roja y constituyan una fuerza que hace indetenible el cambio en Venezuela. #RecocatorioYA
Twitter: @richcasanova
(*) Dirigente Progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.