Dos barcos de bandera británica llegaron el lunes al este de Japón para transportar un cargamento de plutonio —en cantidad suficiente para fabricar decenas de bombas atómicas— que será almacenado en Estados Unidos bajo un acuerdo bilateral.
Por MARI YAMAGUCHI, Associated Press
La agencia de noticias Kyodo reportó que los barcos llegaron a la villa costera de Tokai, al noreste de Tokio, donde se encuentra la principal instalación de investigación nuclear del país, la Agencia Atómica y de Energía de Japón. Se requerirán varias horas para cargar los barriles llenos de plutonio en las embarcaciones, ambas equipadas con armas navales y otras protecciones.
El Pacific Egret y el Pacific Heron, ambos operados por Pacific Nuclear Transport Ltd., llevarán los 331 kilogramos (730 libras) de plutonio al Savannah River Site, una instalación del gobierno estadounidense en South Carolina, bajo un compromiso hecho por Japón en 2014.
Funcionarios japoneses se negaron a confirmar detalles, citando razones de seguridad.
El almacenamiento de plutonio por parte de Japón y sus ambiciones de reprocesamiento nuclear para generación de electricidad han sido una fuente de preocupaciones de seguridad por parte de la comunidad internacional.
Japón ha acumulado una cantidad masiva de plutonio —11 toneladas métricas en Japón y otras 36 toneladas que han sido reprocesadas en Gran Bretaña y Francia y están en espera de regresar a la nación asiática_, suficiente para fabricar casi 6.000 bombas atómicas.
El embarque más reciente ocurre justo antes de una cumbre de seguridad nuclear en Washington a realizarse más tarde durante este mes, y es visto como un paso para demostrar los esfuerzos de ambos países respecto a la no proliferación nuclear.
Washington ha manifestado crecientemente preocupaciones respecto a los planes de reprocesamiento de nuclear por parte de Japón y China para producir plutonio para generación eléctrica, una tecnología que también quiere adquirir Corea del Sur, diciendo que ello representa riesgos de seguridad y de proliferación.
Japón comenzó a construir una planta importante de reprocesamiento con la compañía estatal francesa Areva a inicios de la década de 1990. El proyecto plagado de problemas ha sido aplazado desde entonces, y en noviembre su inauguración fue pospuesta hasta 2018 para permitir más mejoras de seguridad y más inspecciones. AP