El impacto de una decisión presidencial se mide en bolívares. Decretar días no laborables desde el lunes 21 al miércoles 23 de marzo agudiza la crisis en el sector comercial. Solo en Valencia el 60% de los 15 mil establecimientos se apegaron a la medida y la consecuencia es económica: 30 millones de bolívares se dejaron de vender, publica El Carabobeño.
Se trata de nueve mil locales que mantuvieron sus santamarías abajo en la capital carabobeña, según informó el presidente de la Cámara del Comercio del municipio, Guillermo Manosalva. Abrir implicaba pagar doble a los trabajadores, y con los inventarios reducidos a más de la mitad y las ventas con el mismo comportamiento por el bajo poder adquisitivo de la población la mejor opción era cerrar.
El lunes en el centro de la ciudad el 75% de los mil 900 negocios atendieron a sus clientes pero solo hasta la 1:00 p.m.; el martes la cifra bajó a 55%; y el miércoles el 90% decidió no abrir. Solo farmacias, supermercados y algunos restaurantes se mantuvieron operativos.
Sin ventas y sin electricidad
Los centros comerciales sí abrieron. Lo hicieron en el horario acordado con el Ejecutivo para apegarse al plan de racionamiento eléctrico, desde el mediodía hasta las 7:00 p.m. Pero Corpoelec no cumplió. En bloques de dos y tres horas sin programación ni aviso alguno hubo interrupciones, y las actividades normales se afectaron considerablemente.
En 50% han caído las ventas por esta causa, alertó Manosalva. Ya el sector estaba severamente afectado ante la falta de inventario como consecuencia de la caída de las importaciones de productos terminados y de la manufactura nacional.