Indolencia del gobierno deja al embalse de Guri a 89 centímetros del inicio de la zona de colapso

Indolencia del gobierno deja al embalse de Guri a 89 centímetros del inicio de la zona de colapso

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Ya no es un misterio. Luego de once días de mutismo la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) informó sobre la cota del embalse de Guri. El número (244,89 metros sobre el nivel del mar) es más que una simple cifra, implica la cercanía del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a una inminente zona de colapso que podría dejar a parte de la central hidroeléctrica incapacitada para suministrar energía al país. Así lo reseña correodelcaroni.com / Natalie García

El embalse de Guri, que alimenta la central hidroeléctrica Simón Bolívar, es el más grande del país. Su cota máxima es de 271 metros sobre el nivel del mar. La operatividad segura e ideal se ubica entre las cotas 271 y 261 metros sobre el nivel del mar. El descenso por debajo de la cota 261 implica la toma de medidas que permitan administrar el agua.





La actual cota 244,89 msnm sitúa al embalse a 89 centímetros del inicio de la zona de colapso, en donde parte de la casa de máquinas II de la central deberá ser cuidadosamente observada yparada de requerirsey en consecuencia la generación que provee al SEN. Cuando se llegue a la cota 240 msnm, según los fabricantes de la turbinas Francis de Guri, sólo quedarían operativas la casa de máquinas I de la central -la más antigua y de menos generación- y dos turbinas de casa de máquinas II.

El ingeniero José Aguilar, experto y consultor internacional en asuntos eléctricos, advierte que la raíz de este problema fue la sobreexplotación del embalse en tiempo de estiaje. La sequía lleva 23 meses consecutivas y durante ese tiempo debieron aplicarse acciones para guardar el agua de la represa. Eso no se ejecutó, y por el contrario se puso mayor énfasis en la generación de Guri a pesar que el país tiene más de 17 mil megavatios termoeléctricos instalados, pero apenas el 37% está disponible.

Reiteró, como en declaraciones anteriores, que Corpoelec tiene en sus manos los modelos predictivos hidrometeorológicos de la cuenca del Caroní que permiten prever el comportamiento de los aportes del río al embalse. Con esa información se planifica la administración de la generación del SEN a futuro, en especial en los tiempos de sequía.

Todas las alarmas y advertencias fueron ignoradas. Ni los modelos predictivos ni haber padecido una crisis similar en 2010 valieron para que el gobierno rectificara en su manejo de los embalses y así evitar someter a la población a racionamientos.

“El Embalse de Guri lleva 105 semanas de abuso consecutivo por sobre-exigencia del mismo ante la insuficiencia de energía térmica complementaria para ayudar a la hidroelectricidad en Venezuela. Es un absurdo pensar o pretender que con una semana de maniobras de paso mal aplicadas se pueda corregir el grave déficit energético nacional. Es hora de sincerar este tema y exigir una seria conversación y rendición de cuentas pues es totalmente inexcusable y el gobierno no asume su responsabilidad”, declaró.

Fracaso “santo”

Las medidas aplicadas en Semana Santa de decretar la semana no laborable, lejos estuvo de contribuir con el ahorro. Por el contrario aceleró el descenso, destacó Aguilar. En ese período Guri bajó 1,02 metros, la mayor disminución registrada hasta ahora en ese período.

“La razón por este descenso es sencilla los ingenieros Corpoelec no enfocaron bien el tema…se concentraron en la Eficiencia porcentual hidráulica, cuando tenían que enfocarse en el concepto ‘factor de conversión hidráulica’. Es decir técnicamente, hablando no interpretaron las ‘Curvas de Colina’ de las turbinas Francis de Guri como debían”.

En términos llanos, todos los metros del embalse de Guri no son iguales. La eficiencia de las turbinas baja cuando el agua desciende, lo que provoca que se deba emplear más agua para generar la misma cantidad de electricidad.

A juicio de Aguilar haber parado la casa de máquinas I fue un error. “No debieron parar la casa de máquinas I, o al menos haber operado las 3 unidades que tenían disponibles con otras de la casa de máquinas II, cargando estás últimas en su punto de mejor factor de conversión”, detalla.

Agrega que “si era necesario revisar cuatro unidades en la casa de máquinas I eso no se puede criticar ya que se van a requerir de todas ellas de continuar las bajas precipitaciones y el poco rendimiento del parque térmico de generación”.

De seguir bajando el embalse, y llegar a la cota 240, sería la casa de máquinas I la única que podría funcionar.

El fracaso de las medidas no es un secreto, el viceministro de Energía Eléctrica, Freddy Brito reconoció en entrevista al canal del Estado que no lograron lo esperado, pues el consumo residencial se mantuvo y el calor impidió que el ahorro surtiera efecto.

Por su parte el vicepresidente Aristóbulo Isturiz afirmó con relación al asueto santo que “se ahorró 400 MW y eso equivale a 25 centímetros de ahorro en el Guri… en una semana…” contrario a lo dicho por la autoridad del ministerio eléctrico.

Sobre esto Aguilar comenta que tales datos lejos de mostrar ahorro recalcan el fracaso. “Lo dicho no está bien expresado… 400 MWh en el contexto de la energía de las 168 horas de la Semana Santa equivalen a 2 milímetros de ahorro, eso no es casi nada, en la regleta del embalse es imperceptible”.