Para contrarrestar el efecto de la escasez, el gobierno ha creado el “0800 Salud Ya” una versión reciclada del Sistema Integral Para el Acceso a Medicamentos (Siamed) a través del cual los pocos que tienen la suerte de ser atendidos suelen ser remitidos a una farmacia sin medicamentos, jugando con la paciencia y las necesidades de los venezolanos.
Todos sabemos que al régimen poco le importa la salud de los venezolanos, y la mejor muestra de ello son los índices de abandono en el que ahora se encuentran los que en antaño eran sus baluartes más importantes en el tema de salud. Ahora el 70% de los módulos de Barrio Adentro 1 están cerrados y los que funcionan trabajan de 8 a 11 de la mañana; el 30% de los equipos en los Centros de Diagnósticos Integral (CDI) no funcionan; además la construcción de hospitales destinados para los Barrio Adentro 3 y 4 se reportan 16 obras que nunca se hicieron.
A estas deficiencias hay que sumar que los hospitales que permanecen abiertos no se dan abasto, no hay camillas suficientes para atender a todos los pacientes, ni hablar de las medicinas o implementos quirúrgicos, es que en la actualidad el 90% de los venezolanos que va a un hospital deben comprar suturas, gasas e incluso guantes para poder ser atendidos.
Son muchos los pacientes que han fallecido porque en los centros asistenciales no tienen las medicinas necesarias para atenderles, tristemente, la semana pasada falleció Laura Polanco de 18 años, quien tras intoxicarse fue llevada al ambulatorio de Chichiriviche, donde terminó falleciendo por falta de antialérgicos y oxígeno.
De esta realidad no escapan las clínicas privadas quienes al igual que en los hospitales deben lidiar con la falta de medicamentos, de material médico-quirúrgico, escasez de repuestos para reparar los equipos médicos. Una situación que con el paso del tiempo se ha ido incrementando.
Por si esto fuese poco, hay que sumar que además en Venezuela no se están tomando medidas para prevenir las epidemias que ya nos azotan como el caso de dengue, chikungunya, zika, e incluso algunas que ya eran controladas como el caso de la malaria que el año pasado finalizó con 136.402 casos registrados, cuando en 2014 fueron 89.365 diagnósticos (aumentó 52%), 76.621 en 2013 y 51.050 en 2012, de acuerdo a los boletines epidemiológicos del Ministerio de Salud de esos años.
Mientras el gobierno sigue inventando enemigos externos para evadir su cuota de responsabilidad, en Venezuela la realidad es que ya todos sabemos quiénes son los culpables de estos problemas, sabemos que son esos quienes hoy ostentan el poder, y es por esta razón que seguimos trabajando por nuestro país, para salir adelante, acabar con la crisis y tener un gobierno que quiera a Venezuela y no piense en ella sólo por sus riquezas.
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron