Hoy, cuando ya han pasado cerca de 9 meses desde su entrada en funcionamiento, las OLP lejos de lograr sus objetivos han pasado a formar parte de la larga lista de 23 proyectos de seguridad fracasados que se han implementado en los últimos 16 años; para nadie es un secreto que en la actualidad, en la calles las leyes son dictadas por los malandros y nosotros, la gente de bien, no tenemos más opción que vivir condicionados a ellas.
Pero remitámonos a las cifras. En el 2015 en Venezuela se registraron 90 asesinatos por cada 100 mil habitantes, ubicándonos así como uno de los países más violentos del mundo, y este año las cosas no han mejorado. Sólo en Carabobo 52 personas perdieron la vida en manos de un delincuente durante la Semana Santa, pasando así a engrosar la penosa lista de 524 muertes violentas en el primer trimestre de este 2016 en la entidad. Mientras que en Caracas en el primer trimestre del año las muertes violentas alcanzaron las 1.360 personas.
Por si fuera poco, además de la carencia de resultados de este último programa de seguridad, durante estos operativos hemos podido presenciar la violación de los derechos humanos de muchas personas, pues policías y militares actúan con impunidad realizando detenciones arbitrarias, e incluso de acuerdo a lo denunciado por Human Rights Watch existen al menos 20 casos en los que se han realizado ejecuciones extrajudiciales durante las acciones de las OLP.
Lo que el Gobierno no parece entender es que no importa cuántos planes de seguridad haga, o cuantos funcionarios saque a la calle, mientras en Venezuela existan cifras de 92% de impunidad en delitos comunes y 98% de impunidad en violaciones de derechos humanos la violencia le seguirá ganando la guerra. Mientras en nuestro país el Ministerio Público y el Tribunal Supremos de Justicia continúen de rodillas al régimen y de espaldas a los ciudadanos los índices de impunidad seguirán por las nubes.
Es por esta razón que los venezolanos debemos seguir trabajando por el cambio, porque mientras los que gobiernen estén enfocados en saquear lo que queda de país, y continuar tapando los casos de corrupción en los que están envueltos, nuestro sistema de justicia no podrá traernos la tranquilidad que tanto queremos y necesitamos. Es por esta razón que seguimos trabajando por la construcción de la mejor Venezuela.