La primera secuenciación de los genes del cromosoma Y del hombre de Neandertal reveló diferencias absolutas con el mismo cromosoma del humano moderno, lo que explicaría por qué ambas especies se mantuvieron separadas, según un estudio publicado este jueves en Estados Unidos.
AFP
Los científicos saben desde 2010 que las poblaciones de origen euroasiático tienen entre un 2,5 y un 4% de genes heredados de los neandertales, como consecuencia de los cruces entre las dos especies hace 50.000 años, poco después de que el humano moderno llegara a Eurasia desde África.
Los humanos y los Neandertales coexistieron hasta la extinción de estos últimos, hace aproximadamente 30.000 años.
El cromosoma Y, el que aporta los rasgos masculinos, era el último gran componente del genoma neandertal que quedaba por analizar, precisan los investigadores, cuyo trabajo se publicó en la revista científica American Journal of Human Genetics.
Todos los estudios anteriores se habían centrado en la secuenciación de ADN procedente de fósiles de neandertales o de ADN mitocondrial transmitido por las madres a los hijos de ambos sexos.
“La caracterización del cromosoma Y del neandertal nos ayuda a comprender mejor las divergencias entre las poblaciones que condujeron al hombre de Neandertal y al humano moderno”, consideró Fernando Méndez, investigador de la Universidad de Standford, en California, uno de los principales autores.
Esta secuenciación aporta también nuevas informaciones sobre las relaciones entre los neandertales y los humanos modernos, y ciertos factores genéticos que podrían separar a las dos especies.
Su análisis sugiere que los neandertales y los humanos divergieron hace casi 590.000 años, lo que encaja con las conclusiones previas.
Los genetistas indican que el cromosoma Y neandertal es completamente diferente de cualquier otro cromosoma Y de humano moderno analizado, lo que permite pensar que esta línea genética se extinguió.
Asimismo encontraron algunas diferencias extrañas en los códigos genéticos de las proteínas entre los cromosomas Y de los neandertales y los de los humanos. Tres de estas diferencias son mutaciones conocidas en los genes en los humanos que provocan incompatibilidades específicas en los machos.
Así, unos antígenos derivados de uno de esos tres genes son aparentemente los responsables de una respuesta inmunitaria en las mujeres embarazadas que ataca a sus fetos, provocando abortos.
Los investigadores creen que algunos de estos genes incompatibles en el cromosoma Y del hombre de Neandertal podrían haber jugado un papel para mantener una separación entre los antiguos humanos y los neandertales, desalentando los cruces.
No obstante, considera que se necesitan otros estudios para confirmar este descubrimiento.
Los genes del cromosoma Y representan entre el 1,5 y el 2% del ADN total de las células.