Keiko Fujimori se impuso el domingo en las elecciones presidenciales de Perú, pero enfrentará un balotaje que se perfila como un duelo entre candidatos de centroderecha con propuestas similares para garantizar el rumbo económico del país, según resultados oficiales parciales.
Fujimori, una ex legisladora de 40 años educada en Estados Unidos, obtenía un 38,04 por ciento de los votos, con poco más del 20 por ciento de las actas escrutadas.
Arrastrada por el recelo que despierta en muchos el autoritarismo y los delitos de su encarcelado padre, el ex presidente Alberto Fujimori, la candidata se quedó corta de la mayoría absoluta necesaria para consagrarse en primera ronda.
En un escenario desafiante para Fujimori, el ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, favorito de los mercados financieros, se encaminaba a ser su rival en la segunda vuelta del 5 de junio ya que lograba un 25,38 por ciento de los votos.
“Este nuevo mapa político que se ha dibujado nos muestra claramente que Perú quiere la reconciliación y no quiere más peleas”, dijo Fujimori ante seguidores. “Esperamos que sea una segunda vuelta con propuestas, ideas”, agregó.
En un tercer lugar se ubicaba la legisladora izquierdista Verónika Mendoza, que obtenía un 16,22 por ciento de los votos. Mendoza, de 35 años, trepó en las preferencia en las últimas semanas ante el descontento con el modelo que tienen muchos peruanos que viven en la pobreza pese a la gran riqueza minera.
Conteos rápidos de dos encuestadoras coincidieron con la tendencia mostrada por los primeros resultados oficiales difundidos más tarde.
Con una definición entre Fujimori y Kuczynski no estaría en juego el modelo económico de libre mercado que reina en Perú desde hace casi tres décadas, y que ha permitido anotar altas tasas de crecimiento.
Pero Fujimori tendría que pelear con uñas y dientes para derrotar al experimentado economista de 77 años: de acuerdo con una encuesta previa de Ipsos, Kuczynski podría derrotarla apretadamente en una segunda vuelta.
Simpatizantes de Kuczynski bailaron en las calles en una barrio limeño y el candidato festejó con sus seguidores.
“Es muy prematuro hablar de alianzas, las alianzas se van a hacer en el Congreso, pero obviamente vamos a conversar con todos los que creen en la democracia”, dijo Kuczynski.
Según los resultados de boca de urna de Ipsos, Fujimori habría obtenido la primera fuerza en el Congreso unicameral, con 60 de sus 130 miembros, aunque sin mayoría absoluta, lo que la obligaría a tejer alianzas para sacar adelante sus planes.
¿CONTINUIDAD DEL MODELO?
A pesar de los malos recuerdos que trae para muchos su apellido, Fujimori llegó favorita a la contienda prometiendo mano fuerte contra la delincuencia que se ha convertido en uno de los mayores problemas del país andino, con medidas como construir prisiones en los Andes para aislar a criminales.
Perú, que se encamina a ser el segundo mayor productor mundial de cobre, atraviesa una desaceleración por los menores precios de los metales. Pero la candidata busca acelerar la economía utilizando un fondo de estabilización y emitiendo deuda para financiar rezagados proyectos de infraestructura.
Aunque Fujimori sufrió en la campaña protestas porque muchos no perdonan los abusos a los derechos humanos y los escándalos de corrupción de su padre, bastantes peruanos valoran que el ex presidente sentó las bases para el auge económico, construyó escuelas y hospitales rurales y derrotó a Sendero Luminoso.
Sin embargo, en la segunda ronda Fujimori enfrentaría un rechazo mayor porque sus críticos la acusan de recibir órdenes de su padre y creen que lo indultará si es presidenta, algo que ella niega. La encuesta anterior de Ipsos dijo que un 51 por ciento de los peruanos “definitivamente” no votaría por ella.
En las afueras de un hotel limeño, donde Fujimori aguardaba el conteo oficial, decenas de personas celebraban con pancartas y vinchas en la cabeza con el nombre de Keiko los resultados.
“Para mí es una mujer que merece una oportunidad. Yo estoy en contra de los dicen que seguirá el mismo sistema de su padre, porque uno educa a sus hijos para ser mejores”, dijo Heriberto Sarazi, un tapicero de 64 años, fuera del hotel.
Kuczynski, un ex funcionario del Banco Mundial conocido como el “gringo”, ha prometido que atraerá la inversión privada en grandes proyectos detenidos por conflictos sociales, sobre todo en la explotación de recursos naturales.
El saliente presidente Ollanta Humala, un militar retirado, ha sufrido un desplome en su popularidad a niveles históricos por no haber honrado promesas hechas a los más pobres, por los vertiginosos cambios en su gabinete, la desaceleración económica y por las denuncias de lavado de activos sobre su esposa.
El proceso electoral fue opacado por un ataque el sábado del grupo rebelde Sendero Luminoso en una zona andina remota que dejó seis muertos. Reuters