Los vecinos del sector Santa Rosalía al oeste de Barquisimeto, cumplieron ayer dos días sin servicio de electricidad, cuando decidieron ejercer una medida de presión cerrando en ambos sentidos, la avenida Florencio Jiménez, reseñó El Impulso.
Por Diana B. Moreno
La acción de protesta se ejerció en horas de la tarde aproximadamente a las 3 y 30 pm, con la quema de cauchos, pues aseguran que resultan insostenibles los efectos generados por los apagones cuando terminan dañados los enseres, uno de los cuales es la nevera, artefacto eléctrico de gran importancia para el sustento familiar.
Colapsó la vía
Ante la elevada transitabilidad de la avenida Florencio Jiménez, se generó un colapso vehicular especialmente en cuanto a la circulación de transporte pesado.
Las diferentes unidades de carga y vehículos particulares que a esa hora ingresaban a la ciudad de Barquisimeto, se vieron en la obligación de tomar otras vías como la circunvalación norte.
La acción de presentó justo en el semáforo a la avenida Florencio Jiménez, a la altura del sector Santa Rosalía, donde se notaba que las unidades de transporte dejaban a los pasajeros antes de llegar a ese punto, por lo cual muchas personas no tenían más alternativa que emprender a pie a sus destinos.
La medida no duró más de hora y media, puesto que los castrenses rápidamente buscaron la manera de disuadir la protesta, apagar el fuego de los cauchos y retirarlos para posteriormente despejar el tráfico.
En medio del intercambio y la discusión con los vecinos por parte de los efectivos, subieron a la unidad que se observa en la gráfica al ciudadano de nombre Hernan Escobar, a quien lo habrían detenido preventivamente por quemar caucho, según versión de los allí presentes.
También denunciaron que un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana había apuntado con su arma de reglamento a un joven que participaba de la protesta.
Sin luz
Al conversar con los protagonistas de la protesta y demás vecinos del sector en cuanto a las situación que los aqueja, se conoció que a las fallas en el servicio de agua que perciben sólo tres días a la semana, se suma ahora la falta de luz de día y de noche.
La mayoría de las manifestantes eran mujeres, a quienes la falta de luz les resulta alarmante, pues han perdido medicamentos y alimentos que deben permanecer refrigerados, por lo cual la salud de varias personas corre peligro, explicaron Carmen Colmenáres y Aleida Pérez.
Aseguraron que continuarán protestando hasta lograr contar con el sevicio básico de energía eléctrica.