Einer Giulliani: ¿Militarización de Caracas?

Einer Giulliani: ¿Militarización de Caracas?

Foto: Archivo

 

La militarización de la lucha contra la delincuencia es algo que definitivamente NO ha dado resultados positivos, nueve Ministros de Interior y Justicia de los cuales ocho han sido militares, la delincuencia lejos de disminuir ha aumentado exponencialmente y es que cada vez que anuncian un nuevo plan para reducir la delincuencia pareciese que fuese todo lo contrario. Un ejemplo claro de su incapacidad es que desde hace más de un año el delincuente apodado “Picure” lleva en ascuas a gran parte del país y nada que se puede detener. Se pudo capturar al mega narcotraficante Chapo Guzmán y aquí no saben ni donde esta “El Picure”.

Según la visión militar la Seguridad Ciudadana es confundida como un asunto de Seguridad de Estado, siendo que indudablemente la criminalidad ordinaria, por muy grave que sea, nunca constituirá una amenaza militar a la soberanía del Estado, de allí parte todo el problema.

Conceptualmente para la Fuerza Armada todo es “Estrategia o Estratégico” su prioridad es determinar el objetivo, la intensidad y la duración en el uso de la fuerza militar, craso error porque todo lo basan en planes estrategias o actividades efectistas, diametralmente opuesto para la policía el objetivo siempre es el mismo reducir la delincuencia para ello hay que identificar la actividad criminal y sus participantes, perseguirlos y aprehenderlos, para la policía la intensidad varia respeto a la amenaza pero no tiene duración es permanente.

Las debilidades por la falta de una política criminal coherente y sustentable es un factor que aprovecha la delincuencia común y sin duda crea un caldo de cultivo ideal para el fortalecimiento del crimen organizado, incluso dentro de la propia organización encargada de combatirlo. La amenaza real en Venezuela no es una invasión militar extranjera sino la violencia criminal.

La participación dela Fuerza Armada en la lucha contra la delincuencia ha sido inocua, el problema con el uso de la fuerza militar es que la presencia masiva de estos efectivos disuaden momentáneamente a los delincuentes pero en un periodo corto de tiempo, a veces no mas de dos horas, los criminales se dan cuenta que los militares son inofensivos y esto es por razones como:
No tienen formación para el patrullaje urbano, los llamados “puntos de control” o alcabalas es una forma pasiva de actuar a la espera que algún delincuente por simple casualidad sea detenido al cometer el error de toparse con alguno de estos puntos, el delincuente hay que identificarlo, perseguirlo y detenerlo donde oculte, No esperar que pase por una alcabala para detenerlo, por el contrario los policías salen a patrullar con objetivos preestablecidos producto del análisis del comportamiento criminal y actividades de inteligencia.

– El equipamiento militar (Uniforme, armas de fuego, radios, vehículos etc.) no son adecuados para la actividad de prevención de delitos comunes, sumado a esto que las pueden usar por ordenes superiores ya que en muchos casos son armas para combate urbano.
– A excepción de las unidades especializadas como Antidrogas y Conas de la GN que no son mas del 1% del la FFAA, todos los demás carecen de formación y capacidad para tareas de investigación y represión legitima del delito y/o uso proporcional de la fuerza.
– Desconocimiento del ordenamiento jurídico ordinario, a la hora de llevar a cabo un procedimiento ordinario de detención los militares NO saben como enmarcar la actuación policial dentro los postulados jurídicos vigentes.
– Como consecuencia del punto anterior NO saben como redactar un Acta Policial que usualmente da inicio al proceso legal, la consecuencia de esto es que pierden validez inmediata en la presentación a los tribunales y el delincuente queda en libertad.
– Desconocen los perímetros urbanos donde deben actuar, los efectivos militares muchas veces traídos del interior del país actúan en barrios o urbanizaciones donde jamás han estado.
– En los componentes militares se generan múltiples problemas logísticos para su operatividad como alimentación, hidratación y descansos del personal etc., asunto que en la policías forma parte del día a día.

En todo caso parte de la solución al problema criminal en primer lugar es cambiar la visión efectista en la lucha contra la delincuencia, la criminalidad es un problema social no militar, y el estado debe establecer otras políticas sociales de atención y regeneración de los delincuentes como la asistencia de los familiares de los delincuentes Aprehendidos, condenados o que murieron al enfrentarse a las fuerzas de la Ley, en segundo lugar que los organismos policiales sean dirigidos por sus jefes naturales como lo establece la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo del Policía Nacional Bolivariano, en tercer lugar el fortalecimiento de cada institución bien sea uniformado, de investigaciones o inteligencia, la policía el es rostro visible del Sistema de Justicia encargada de preservar la seguridad de los ciudadanos de allí la importancia de su adecuado financiamiento, equipamiento y entrenamiento.

M.Sc. Einer Eduardo Giulliani Biel
Director de Seguridad Ciudadana
Del Municipio El Hatillo.

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