Éste es el estado en el que encontraron a Barilla. Abandonada en la calle estaba desnutrida, llena de heridas, ni siquiera podía moverse. El veterinario les dijo que había llegado in extremis sólo por falta de alimento, ya que no tenía ninguna enfermedad. Pero para sorpresa de todos, esta perra de tan sólo 11 meses iba a aferrarse a la vida, publica el diario La Razón
En una semana comenzó a dar poco a poco sus primeros pasos y tan solo un mes después aquí se ve con Eduardo, quien la rescató y quien no ha dudado en adoptarla. Aunque la malnutrición le ha dejado secuelas para siempre, Barilla es uno de los pocos casos de maltrato animal que concluye con final feliz.
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