José Luis Pirela: Colisión en puerta

José Luis Pirela: Colisión en puerta

thumbnailJoseLuisPirelaLos resultados de las elecciones parlamentarias del 6D han creado varios efectos. El gobierno entro en shock, sigue impactado sin hacer una lectura correcta del mensaje; algunos dirigentes de la oposición pensaron que el mandado estaba hecho y nos colocaba a la puerta de Miraflores, varios sectores del país pensaron que el cambio ordenado por el voto popular seria desarrollado “sin piedritas en el camino”.

La cúpula de Maduro pretende burlar la voluntad de cambio expresada por el pueblo con una cantidad de marramucias ejecutadas desde la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con el mayor cinismo que se conozca en la historia. En Venezuela no hay comida, ni medicinas, abundan los apagones, la escasez de agua, no existe seguridad ciudadana, ni jurídica, acompañada de la inflación puntera en el planeta, con lo cual vivimos “el no hay “o “lo que se consigue está demasiado costoso”, somos un país inviable con este modelo y es culpa de un gobierno que no rectifica en su política económica de persecución y control del sector privado, provocando la ruina del país. La gente está desesperada buscando una salida pacífica a la crisis.

La MUD es instrumento para impulsar las motivaciones de la nación de manera constitucional, pacífica y electoral. La bancada oficialista pretende calificar la enmienda de golpista, el revocatorio de golpista, contrariando lo expresado por Chávez en el 2004; cuando salió a medirse en el referéndum sin los miedos que hoy asfixian a la cúpula de Miraflores.





La actitud del gobierno pretende cuestionar la constitucionalidad de todas las actuaciones de la Asamblea Nacional, con el único propósito de sembrar desesperanza en una población que en la actualidad confía en su parlamento y lo respalda con los niveles de popularidad más altos que se hayan registrado en la historia del país. Las voces agoreras de las hurracas del oficialismo repiten constantemente el argumento del golpismo para tratar de recuperar el apoyo de una amplia franja del chavismo que ya no acompaña al gobierno de Maduro y estos en su desesperación no encuentran como conectarse con quienes los abandonaron a partir del 6D. Venezuela es hoy una olla de presión, requiere despresurizarse; si esto no es entendido por el cogollo que dirige el país, si la lectura continúa siendo equivocada colocando por encima de la constitución el interés de perpetuarse en el poder; estaríamos en presencia de un juego cerrado que espanta los valores democráticos.

El gobierno no puede pretender que la mayoría del país acepte pasivamente que ellos recojan los guantes y digan “no hay juego”. La constitución venezolana establece varias vías para hacer una valoración colectiva por la vía del sufragio y la soberanía popular, la continuidad versus el cambio definida por la gente; no tengo dudas que cercenar este derecho abona la explosión social creando condiciones para una colisión en puerta.