Cuando Elizabeth Alexandra Mary Windsor -quien hoy cumple su 90º aniversario- asumió su papel como reina, supo que tenía que marcar la diferencia. “Tengo que ser vista para que la gente crea en mí”, dijo. Sin embargo, Su Majestad se refería a una visibilidad más allá de lo físico: hablaba de ser reconocida, de tener una identidad propia. Un objetivo que, a través de sus 64 años de reinado, ha cumplido con éxito.
Por El Mundo.es
Resulta difícil escuchar el nombre de Isabel II y no pensar en sus vestidos, no recordar sus sombreros o imaginarla sin guantes. No hay quien disocie su imagen de los colores vivos, de su peinado, de sus joyas, de sus estampados. Porque The Queen no sólo se ha convertido en un símbolo de la cultura británica, sino que también en la dueña de un estilo único. Una singularidad que ha despertado la admiración de los ingleses, pero que también la ha acercado a ellos.
Hablan los expertos
De acuerdo con Reyes Hellín, dueña de la boutique de tocados más importante de Andalucía, la apariencia que proyecta la realeza en Gran Bretaña, sobre todo Isabel II, es decisiva en cuanto al sentimiento que provoca en los ciudadanos: “En el Reino Unido, la imagen de la monarquía es esencial por la ilusión que crea, es un referente en el que se mira el pueblo. Va en los genes de los británicos”, comenta. Una teoría que se podría probar, por ejemplo, en Kate Middleton, si se toma en cuenta que los vestidos que lució en su reciente viaje a Asia ya se encuentran agotados.
Para Hellín, también representante en España de Philip Treacy -el sombrerero de cabecera en Buckingham-, el verdadero valor del look de la nonagenaria matriarca no se construye desde tendencias pasajeras, sino en su persistente coquetería con los colores y las combinaciones. También a través de sus miles de atuendos y sombreros, outfits que ya se han instalado en la memoria colectiva. “La reina es clásica e inigualable. Todo un aporte de personalidad y cultura”, finaliza.
Asimismo piensa Marta de la Calzada, redactora jefe de moda en Telva, quien ve la “fórmula del éxito” en la coordinación monocromática que la monarca más longeva del mundo ya ha transformado en su sello personal. Según la periodista, en la reina de Inglaterra funcionan todas las fórmulas que solemos desechar. Ese “nunca salga de casa combinada de pies a cabeza” y todos los errores que no hay que cometer, en su her majesty sientan extrañamente bien”.
“Su armario es el pantonario [de Pantone, en referencia gama cromática] por excelencia. Colores primarios en todas sus declinaciones. Sombrero, mano enguantada, joyas, zapatos y bolso, abrigo y traje. ¡Póngamelo todo a juego! Pero lo que más me inspira es cuando nos deleita con una amplia colección de pañuelos de seda en sus looks off duty en Balmoral. Faldas de tweed y clasicismo bien entendido”, termina De la Calzada.
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Fotos Reuters