La cuenta regresiva oficial para Río de Janeiro 2016 comenzó el jueves, cuando la antorcha fue encendida en un lugar donde se realizaban los antiguos Juegos Olímpicos, y los organizadores esperan ahora que la atención deje de centrarse en la agitación política y financiera que vive Brasil.
Reuters
En un soleado día de primavera en un antiguo estadio de la ciudad de Olimpia, una actriz que interpretaba a una gran sacerdotisa encendió la antorcha mediante los rayos del sol en el templo de Hera, utilizando un espejo parabólico.
El griego Lefteris Petrounias, campeón del mundo de gimnasia, inició el relevo de la llama por Grecia y el brasileño Giovane Gavio, campeón olímpico de voleibol duplas, sería el segundo portador de la antorcha.
Un refugiado llevará también la antorcha durante la etapa griega del relevo antes de que los organizadores brasileños la reciban el 27 de abril en un traspaso en el Estadio Panathinaikó de Atenas, sede de los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896.
Brasil comenzará su relevo el 3 de mayo en la capital Brasilia con el primero de 12.000 corredores, que la llevarán a través de 300 ciudades y pueblos en los 26 estados brasileños. La travesía termina en Río el día de la ceremonia de apertura.
Los preparativos para los primeros Juegos Olímpicos que se realizan en América del Sur, que se disputarán entre el 5 y 21 de agosto, han estado plagados de problemas, como la escasez de fondos que enfrentan los organizadores en medio de la peor recesión en décadas en el país.
“(El encendido de la antorcha) lleva un mensaje que puede y unirá a nuestro querido Brasil”, dijo en un discurso el jefe de los Juegos de Río, Carlos Nuzman.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien canceló su viaje a la antigua Olimpia, se enfrenta a un posible juicio político, mientras fiscales federales investigan algunos proyectos olímpicos por corrupción.