Luego abandoné la idea pues la preocupación crecía con la segunda pregunta: ¿Creen en la MUD y en la AN que el país resiste hasta noviembre o diciembre a la espera de un incierto revocatorio, que el TSJ y el CNE impedirán? No sé hasta cuando aguante el país, nadie lo sabe y la sensación de que estamos sentados en un polvorín es algo que podemos compartir. La discrepancia está con ese pesimismo crónico de una parte del país que nunca es capaz de creer en nuestras propias capacidades como país y no pierde tiempo para atribuirle al gobierno un poder que no posee. La misma actitud de quienes pronosticaban perdidas las elecciones parlamentarias, si es que las convocaban. El autor del texto califica como incierto el revocatorio y anuncia con certeza que el gobierno lo impedirá. Al contrario, ni Chávez -con un liderazgo más sólido que Maduro y en un país menos deteriorado- pudo impedir que se convocara. ¿Por qué entonces esa insistencia ahora en subestimar nuestras propias fuerzas? ¿Acaso algún éxito ha tenido la campaña de desaliento del G2 cubano para desmovilizar a los sectores democráticos? Impedir el éxito de esas oscuras fuerzas, evitar que “gente buena” difunda estos mensajes y levantar el ánimo es el objeto de esta reflexión. La pregunta que hoy deberíamos plantearnos es ¿Qué podemos hacer desde la oposición? Y en vez de ayudar al gobierno criticando desde un teclado a los que hacen algo y arriesgan su pellejo, mejor preguntarse ¿Qué estoy haciendo yo por el cambio? Es hora de hablar menos y hacer más, de asumir la responsabilidad colectiva del cambio; de ser proactivo, optimista y confiar en la capacidad e inmensa fortaleza de un pueblo unido que busca construir su propio futuro. ¡El cambio es indetenible!
Twitter: @richcasanova
(*) Dirigente Progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.