El gobierno de Nicolás Maduro ha comenzado hoy la aplicación de su polémico programa de racionamiento eléctrico, del que Caracas resultó excluida a última hora. Al menos oficialmente, ya que el oeste de la capital, su zona más popular, ha sufrido varias horas de apagones no programados esta mañana, afectando al Hospital Militar y a la Maternidad Concepción Palacios. También en Maracaibo, la segunda ciudad del país caribeño, ha sufrido cortes incontrolados de hasta 10 horas.
Veinte estados del país, que supone el 75% de la población, se ven afectados desde hoy por la dieta eléctrica del ‘hijo de Chávez’ para combatir la sequía que afecta severamente al inmenso embalse del Guri, que proporciona el 63% de la electricidad al país con mayores reservas de petróleo del planeta. Los cortes son de cuatro horas diarias durante 40 días y en turnos rotatorios, anunció el ministro y militar Luis Motta Domínguez, que suele mezclar sus anuncios al país con invocaciones a Dios y al patriotismo.
El primer día ha estado marcado por el descontrol y las quejas de sus habitantes ante el ‘apartheid eléctrico’, como lo ha bautizado el experto José Aguilar. “Se trata de un vendaval sin precedentes de racionamiento energético del que se ha excluido a Caracas porque se le tiene pánico a sus barriadas populares”, añade Aguilar. “Después de decir que no habrá racionamiento en Caracas, hoy el oeste sin luz. ¡Es que creen que somos pendejos! ¡No nos representan ya!”, reaccionó Nicmer Evans, politólogo revolucionario crítico con Maduro y que vive en eses sector de Caracas.
Quejas
Las quejas en el resto del país son otras, marcadas por las diferencias entre ciudadanos de primera (capitalinos) y los de segunda. De hecho, una buena parte de los estados afectados oficialmente desde hoy por los recortes eléctricos los vienen sufriendo desde hace meses sin previo aviso. Así en la ciudad de Valencia, tercera ciudad del país, los cortes eran de dos horas por la mañana y otras dos por la tarde.
“Venezuela somos todos, no al racionamiento si se excluye a Caracas”, protestó el diputado Ismael García desde Aragua. El objetivo gubernamental se centra en disminuir el consumo de energía en 2.000 megavatios y se calcula que con estos recortes oficializados el ritmo diario de descenso en el Guri, 15 centímetros, pasará a 7 ante de que las lluvias, que se esperan muy intensas en mayo y junio, recuperen sus niveles habituales.
“Pero esto va a traer una mayor contracción de la actividad económica porque empresas que trabajan ocho horas pasarán a hacerlo 6 ó 5 horas”, destacó otro diputado, José Guerra, quien acusó de la crisis eléctrica al chavismo “por la corrupción generada en sus ministerios y la falta de capacidad técnica”.
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