El plan de racionamiento eléctrico comenzó con mal pie, desde su inicio Corpolec incumplió lo que anunciaron a los ciudadanos, las Urbanizaciones y Barrios sufrieron cortes de entre 5 y 8 horas, sin mencionar que las lluvias acaecidas en Maracaibo y varias zonas del país mantienen aún a ciudadanos sin electricidad desde hace días.
La improvisación e incompetencia del gobierno llegó a tal punto que después de tanto pedir que la lluvia hiciera presencia para solucionar el problema eléctrico, se hace evidente que la preparación para esta etapa fue nula, pues la falta de mantenimiento ocasionó la explosión de transformadores y conectores apenas cayeron las primeras gotas.
Seguramente los personeros del gobierno saldrán a decir que debido a las lluvias, los transformadores explotaron y por eso mucha gente tiene días sin luz. Solo ellos tiene la capacidad de culpar tanto a la falta de lluvia como a la presencia de la misma por su incapacidad. La gente está cansada de excusas, no pueden culpar al “Niño” de que las termoeléctricas en las que “se invirtió” tanto dinero no funcionen, ni a la lluvia por la falta de mantenimiento de las líneas de suministro eléctrico.
Vivimos una época oscura, por las calamidades que está pasando nuestra población, pero además porque después de haber administrado la mayor fortuna de la historia, este gobierno es incapaz de generar energía para cubrir la demanda. Las soluciones planteadas son disminuir los horarios de los empleados públicos, crear la mayor cantidad de días feriados y cortes eléctricos de 4 horas diarias.
En el momento que nuestro país necesita más de sus ciudadanos, que todos trabajemos con mayor esfuerzo para levantar la producción, para construir una verdadera economía productiva que sustituya al petro-socialismo “Revolucionario”, Maduro y sus cómplices nos quieren llevar a un estado de parálisis nacional para poder ahorrar megavatios y venderlos a Brasil a precio de gallina flaca.
Ante este panorama no queda duda que la única solución es un cambio político, que traiga un nuevo gobierno que pueda construir ese país moderno, próspero y productivo que todos soñamos. Los cortes abusivos de electricidad pueden ser la gota que derrame el vaso impulsando a los ciudadanos a bajarle de una vez por todas el breaker a este gobierno incapaz.
Sin embargo, todas las evidencias indican que tal vez no haga falta que le saquemos la cuchilla al gobierno, pues poco a poco se apaga la revolución.