La antorcha de los Juegos de Río de Janeiro visitó las oficinas de Naciones Unidas en Ginebra, donde las autoridades dijeron que el equipo formado por deportistas refugiados llevará un mensaje de esperanza a las personas en su misma situación en todo el mundo.
AP
La llama olímpica, que fue encendida en Olimpia (Grecia) la semana pasada, visitó la ONU por primera vez antes de viajar a Brasil, donde recorrerá 20.000 kilómetros por tierra y 16.000 por aire en las manos de 12.000 relevistas, antes de la ceremonia inaugural el 5 de agosto en Maracaná.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que la llama es un “faro de solidaridad para con todos los pueblos del mundo”.
El responsable alabó la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de crear un equipo con deportistas refugiados que competirán bajo la bandera olímpica.
“Queremos enviar un mensaje de esperanza a todos los refugiados del mundo, que no están olvidados”, apuntó el presidente del COI, Thomas Bach.